La convivencia en casa se volvió extraña desde lo sucedido. Es casi como si Osamu se hubiera vuelto incapaz de permanecer tan cerca de Atsumu como antes. Osamu está constantemente nervioso y no le gusta esa sensación. Sonríe para fingir que todo está bien, pero no puede evitar pensar que algo anda mal con él. Encerrado en el baño de su habitación solo puede atormentarse a sí mismo, el baño se ha convertido en un lugar aterrador, Incluso cuando está allí, evita mirarse al espejo a menos que sea absolutamente necesario.
Ha mantenido la misma rutina durante las últimas dos semanas.
Es todo injusto, realmente, que le guste alguien, no tiene por qué ser algo malo, tampoco se supone que sea el caso cuando se trata de su propio hermano. Osamu suspira, se inclina sobre el fregadero y vierte el agua para mojarse la cara. Se siente un poco aliviado porque ese día tiene compañía y de todas formas no necesita quedarse mucho tiempo en el baño.
Osamu lo está intentando, lo hace todos los días, y sabes que lo está intentando cuando puede ver a la persona sentada en la cama de su habitación. Es un chico de su clase llamado Yuzuru con quien se lleva bien recientemente, y asume que esto cuenta como su "primera cita". Realmente no está tan interesado, pero no hay nada malo en intentarlo.
O algo así.
La idea de tener a alguien más además de Atsumu es algo agradable. Ahora que está empezando a darse cuenta de que definitivamente no quiere una novia, parece la conclusión lógica. Si tuviera que elegir un determinado tipo de hombre, le gustaría alguien con quien pueda tener una relación muy formal. Una persona agradable. Quizás alguien que sea un buen cocinero. Yuzuru cumple con todos esos criterios, su familia incluso es dueña de un restaurante. Esto debería ser perfecto.
Sin embargo, no lo es. Puede que Yuzuru sea el hombre perfecto, pero no tiene el lado terrible de Atsumu.
Osamu no sabe cuánto tiempo estuvo hablando con Yuzuru sobre cosas tribales hasta que el chico se acercó demasiado a él y lo besó. Fue solo un beso simple y tranquilo que terminó tan rápido como llegó, pero se sintió más extraño de lo que esperaba admitir alguna vez. Osamu admite que pronto el aire en la habitación le pareció un poco sofocante y tuvo la necesidad de salir de allí. Ofrecerle un poco de té parecía ser la excusa perfecta.
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Osamu, está en la cocina preparando té y ocupándose de sus propios asuntos cuando Atsumu entra y lo empuja a un lado. No es que no hayan estado juntos como de costumbre últimamente, pero es como si se hubiera construido un muro invisible de incomodidad entre ellos, uno que se intensifica cada vez que se ven.
— Aléjate, tengo hambre.— sisea Atsumu pasando a su lado. El golpe no es violento, pero es una señal del malestar que hay entre ellos.
— Yo fui el que llegó aquí primero.— Osamu protesta y se aleja de la línea de visión de Atsumu. Intenta no mirarlo, eso solo haría las cosas más incómodas.— Ya me iré, solo espera hasta que el agua termine de hervir.
— Sí, sí, lo que quieras, termina de preparar el té para tu cita.— La forma en que habla Atsumu hace que Osamu quiera golpearlo. No porque sea un tono burlón como el que alguien usaría para burlarse infantilmente de él: hay un resentimiento genuino en su voz y Osamu lo odia.
Lo odia porque se parece mucho a lo que sintió cuando vio a Atsumu con Hiyori.
— Por favor, vete si no vas a hacer algo productivo en la cocina.— pidió Osamu con cansancio.
Atsumu lo miró fijamente, serio y sin ninguna expresión en su rostro hasta que finalmente suspiró y sonrió con su característica arrogancia y dijo;
— No sé qué te pasa, pero estás atrapado conmigo. Tú realmente estarás conmigo toda tu vida. No podrás dejarme hasta mucho tiempo después.
Osamu quiere decir mucho en esta situación, algo así como Atsumu solo lo dice porque son hermanos gemelos que comparten mucho más que una apariencia exactamente igual, pero no puede expresar con palabras qué es exactamente, sabe que no es una buena idea profundizar el sentido de las cosas, por lo que debe tener una cierta distancia. Lo cual es difícil cuando su hermano está demasiado cerca para sentirse cómodo y no se mueve ni un centímetro. Finalmente, Osamu solo niega y finge no haberlo escuchado, Atsumu es así muchas veces, sin embargo, le gustaría en algún momento dejarlo e irse. Alejarse de Atsumu y, sea lo que sea, que siente ahí en su pecho cada vez que está frente a él.
Intenta ser realista, al menos este tipo de sentimientos no importan en el gran esquema de las cosas. Están pasando por la pubertad y él supone que le suceden todo tipo de cosas raras durante la pubertad, ¿verdad? Tener sentimientos confusos ocasionales por tu hermano gemelo suena como un rito de iniciación.
Quizás todos pasen por esto.
Quizás Osamu no sea el extraño.
Quizás sea un poco menos desagradable.
Tal vez...
La tetera silba y le impide pensar más en ello.
No intenta volver a hablar con Atsumu después de eso, ni Atsumu dice nada más al respecto y desaparece dentro de su habitación en cuanto tiene dos tazas de té listas, tiene un día algo agradable con Yuzuru que termina en media hora en un trato poco sincero para oficialmente comenzar a salir y evita el baño hasta que se prepara para ir a la cama más tarde esa noche.
Yuzuru es un buen chico, un chico que lo ama, lo escucha y está pendiente de él. Un chico con el que su relación dura una cantidad de tiempo increíble. Tal vez es un poco temprano para cuando comienzan a experimentar con el lado más íntimo de las cosas en su tercer año de secundaria, pero honestamente, en ese punto solo quiere pensar en alguien que no sea Atsumu.
Porque es Atsumu.
Siempre es Atsumu.
No debería serlo, ni siquiera sabe por qué es Atsumu, no encaja con el tipo de chico con el que le gustaría salir, es molesto, sabe todos sus peores lados de memoria, si no fuera su hermano gemelo, probablemente se mantendría alejado de él, pero siempre es Atsumu.
Es Atsumu cuando su compañero de clase le pregunta cómo se imaginaría que sería su boda. Es Atsumu cuando comienza a tratar de descubrir a qué reacciona su cuerpo. Es Atsumu cuando se siente ansioso por algo, es Atsumu cuando cierra los ojos y trata de pensar en algo relajante. Es Atsumu en sus sueños, casi todas las malditas noches.
No lo odia, pero duele.
Cuando lo mira, él no puede verlo como alguien con quien tendría una relación íntima. Por supuesto que no quiere tener una relación con él. Simplemente, no quiere estar sin él, nunca, así no.
Yuzuru se da cuenta, no lo dice en voz alta, por supuesto. No lo hace por Osamu, lo hace por el mismo. Quizás él siempre se haya dado cuenta. Se ve triste cuando termina con Osamu, pero todavía son algún tipo de amigos. "Tu corazón claramente no está en el mío y no puedo continuar con así", dice ese día, en el pasillo de su escuela, y mira a Atsumu saliendo de su salón de clases.
Por supuesto que su corazón no estaba en él, en ellos. Nunca lo estuvo. Sin embargo, se pregunta si puso celoso a Atsumu. Él sabe la respuesta. Odia saberlo, pero lo sabe, Atsumu se lo hizo saber muchas veces. Desearía que no fuera así.
