Ángel. ||Bokuto Kotaro.

Capítulo dieciocho.

Mi vieja entendía que debía probar cosas nuevas, así que le conté que ya había probado el alcohol y demás mierdas, no se enfadaba por eso, pues ella comenzó a fumar y beber más pronto que yo.

- Cuidamela, Mei. -Mi amiga asintió sonriente y yo caminé hacia mis amigos para que nos fuéramos a la calle.- ¡Avísame si vienes a cenar!

-¡Lo sé!

Cerré la puerta y solté un fuerte suspiro pesado, me agotaban estas cosas a veces. Neil comenzó a carcajear con Aarón y Kyo mientras caminábamos hacia saber donde.

-¡Tu vieja es genial! -Exclamó Aarón soltando una risa sonora.- Ojalá mi madre me entendiera así.

-A veces puede parecer un infierno, te lo aseguro. -Reí con él.- 

-Oye ______, -Miré a Neil curiosa.- ¿Cómo has hecho para venir sin que tu noviecito se enfade?

-¿Y quién te ha dicho que tengo que quedarme en casa para que él no se enfade? -Me miró sorprendido.- Obviamente se ha molestado, pero me da igual.

-Tiene lógica, pero lo decía porque conociendo a Bokuto y su personalidad... Además que no le caigo demasiado bien.

-Qué se joda entonces, no tengo que hacer lo que él diga, yo también tengo mi vida social. -Neil sonrió de lado y asintió dándome la razón.-

Ese día lo pasé bastante bien, nos paseamos por todo el distrito haciendo bromas sin sentido y retos estúpidos. Con ellos siempre me lo había pasado extremadamente bien, Aarón molestaba a Neil y este se irritaba demasiado fácil, así que estuvo haciéndolo todo el camino hacia el Karaoke.

Entramos sobre las siete de la tarde, nos pedimos unas bebidas energéticas y algo para picar mientras íbamos a la sala que estaba reservada por Mei.

Neil y Aarón fueron los primeros en subir al Karaoke a cantar (duh, no vas a un Karaoke a follar, retrasada), y me hubiera gustado decir que cantaban como un gato muerto, pero en realidad cantaban realmente bien. Mei, Kyo y yo disfrutábamos del concierto que nos estaban dando y a mi me dio por mirar el móvil, mala idea, tenía bastantes de Bokuto preguntándome si estaba bien.

Alcé una ceja, es obvio que estaba bien, ¿No? Estaba con mis amigos. 

Esa semana se había vuelto bastante extraña, aunque ya se comportaba así algunas veces y yo lo dejaba pasar como una tonta, pero en ese punto comencé a cansarme y me preguntaba por qué demonios no entendía que necesito salir con mi grupo de amigos en vez de con él.

Si estuviera todo el santo día con él, me terminaría cansando muy rápido de esa relación. No sería fluida, y eso no lo quería.

Bokuto me gustaba, por supuesto, pero mi libertad va primero y esperaba que él lo entendiera.

-¡______! -Salí de mi trance y dejé el móvil en la mesita que estaba en medio de los sillones.- ¡Ven a cantar con nosotros! -Reí y me levanté para cantar con ellos, esta vez yo sí que cantaba como un gato muerto.-

-¡Romperás los cristales! -Bromeó Mei y yo le saqué la lengua divertida.-

Comencé a cantar canciones aleatorias de la lista de reproducción que tenían puesta, en esta predominaba Blackbear, y me sabía algunas de sus muchas canciones.

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Bokuto miró de nuevo su móvil mientras terminaba de beber agua e hizo una mueca al ver que ______ no había visto los mensajes. Suspiró y se sentó en el suelo, Akaashi se acercó a él.