《 You're Annoying || Carl Grimes › EDITANDO

《 You're Annoying || Carl Grimes .

Atención antes de leer.

FanFic contiene palabras obscenas además de contenido explícito.

No me hago cargo de lo que pueda suceder.

*novela editada, nueva versión.

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 Prólogo

Es cruel en que se basa la vida ahora. 

Matar

Sobrevivir

Y morir.

Este mundo está literalmente, jodido. Lo único que me queda es mi única y hermana gemela, pues nuestra madre nos abandonó en un intento de huída. Increíble, es increíble como tu propia madre te puede abandonar sólo por salvarse el pellejo.  Cómo imbécil que fui, le hice caso a la mujer que nos trajo a la vida por instinto, lo recuerdo perfectamente, cómo si de un vídeo se tratase. Recuerdo haberme ahogado en un mar de lágrimas junto a mis hermanos menores, actualmente muertos por mi culpa. Ella recogió sus cosas, y sin más que agregar, se fue.

Escuché unos gruñidos por parte de un muerto. Lo esquivé, su cuerpo mugriento se cayó contra un árbol que se encontraba a mi izquierda. Maldije, limpiándome el sudor de la frente y acto seguido le clavé mi navaja en el cráneo, sálpicando un poco de su asquerosa sangre en mi camiseta.

—¿Cuántos llevas, Roo? —preguntó mi hermana, sosteniendo del cuello a un caminante—, apresúrate, este es muy inquieto.

—Apenas 3, ¿y tú? —respondí jadeante, acercándome rápidamente al muerto que sujetaba mi hermana—, ahora 4.

Mi hermana suspiró e iba a responder, pero al intento de abrir la boca, otro caminante se le abalanzó sin previo aviso, cayéndo de espaldas con él encima.

—Espera, Al —vociferé, aturdida—, joder, espera, ¡espera, no te muevas!

Me encaminé con piernas dormidas hacia el muerto, y dificultosamente lo apuñalé en la parte posterior de su cuello, Allie respiraba hondamente con los ojos expandidos al ver el cadáver tal y como un muñeco de trapo a su lado.

—¿Sabes? Yo misma pude haberlo hecho, señorita perfecta —añadió poco después de colocarse de pie y recoger su navaja—, de todas formas, ¿cuánto tiempo llevamos aquí?

Mis ojos fueron a parar a todas partes menos a ella, no queriendo responder a su comentario por mero enfado. Relamí mis labios secos y carraspeé mi garganta, algunos mechones de mi pelo cayeron hacia abajo en cuanto divisé las agujas de mi reloj.

—Casi veinte minutos, eso creo —fruncí el ceño al susurrar y levantar la mirada—, deberíamos irnos.

—Sinceramente creí que habíamos estado aquí por un buen rato —contestó, alcanzándome por detrás al verme prender marcha—, tengo mucha hambre..

Suspiré con ironía, sí, tranquila, llegaremos a casa sanas y salvas y nos encontraremos con una sopa de pollo, claro.

—Me apuntaría por unos treinta minutos más, pero yo igual estoy hambrienta —añadí en un murmuro, pasando por encima de unos troncos—, aun quedan latas con algunos frijoles, creo.

—Yo igual me quedaría un tiempo más contigo, pero está oscureciendo y bueno.. Tú ya me entiendes.

Reí con una sonrisa ladeada al atarme una cola, recordaba cuando Allie y yo posponíamos nuestras prácticas de baloncesto tan solo por el hecho de tener hambre. No me estaba dando cuenta de que por propia distracción, iba por el lado contrario.