Una de sus manos descansó en mi mejilla dejando pequeñas caricias con su pulgar, ladeó la cabeza y una sonrisa triste se curvo en sus labios.

― ¿Te gusta, verdad?

¿Tanto se me notaba?

― Me encanta.― Confesé.― Y el viernes saldré con ella y con su amigo a la fiesta de Lisa.― Su sonrisa de deshizo.

― Luke...

― Mamá, por favor, déjame disfrutar lo que me resta de mi vida estando con ella ¿sí? Es lo único que te pido.― La otra mano que seguía aferrada a la mía se apretó sumamente.

Mi madre parecía querer decir algo ante mi petición, pero ningún sonido salía de sus labios. En cambio sus brillantes ojos azules me lo decían todo.

— Hijo.— Deslizó sus dedos por mi mejilla.— No quiero que sufras, quiero evitarte ese dolor que yo ya he sufrido bastante por los dos.— Habló con voz temblorosa.

Sé lo mucho que hemos llorado los dos, sumergiéndonos en aquel dolor madre. Pero necesito esto. Necesito esa libertad que había dado por perdido, necesito vivir el amor que estoy viviendo justo ahora.

— Me queda menos de un año de vida, madre.— Llevo mi mano a su mejilla.— Déjame vivir estos meses a mi manera, por favor.— Apretó sus labios y suspiré.— No sufras, mírame.— Retrocedo señalándome de pies a cabeza y una lágrima se escapó de uno de sus lindos ojos.— Estoy bien.

Después de eso mi madre me da un beso en la frente y me autoriza ir a la fiesta acompañado por Catalina y Joshua.

Durante la cena Noah no ha dicho ni media palabra, hubiéramos comido en silencio si no fuera por los mellizos. Nos sacaron más de una sonrisa hasta que mi hermano mayor se levantó de su asiento y antes de que pusiese coger su plato mi madre le dijo que yo también iré a la fiesta a lo que me gane una mirada molesta de su parte.

Mis hermanos y mi madre se fueron a descansar a sus habitaciones y cuando estuve a punto de volver a la mía escuche a Noah hablar con alguien por teléfono a lo que fruncí el ceño al momento de oír que no me permitieran entrar a la cabaña a lo que abrí por completo la puerta mirándolo con molestia.

— ¿En serio eres capaz para tanto?— Suspira y corta la llamada, se pasa las manos por el pelo y luego por la cara.— ¿Qué mierda es lo que pretendes, Noah?

— No quiero que vayas a esa maldita fiesta, por tu bien.

Me reí sin ninguna pizca de gracia.

— Ya...— Ladeé la cabeza.— ¿En serio crees que a estas alturas voy a creerte que todo lo que haces es por mi bien?— Decido cerrar la puerta detrás de mí para que mi madre o los mellizos nos oyeran.— Dame una buena razón por la cual no quieres que asista a esa fiesta.

Mi hermano últimamente perdía la paciencia muy rápido y conmigo sé que se estaba conteniendo para no echarme a patadas.

— Todo lo que hago es por tu bien y lo sabes, Luke.— Aparto la mirada aun con esa sonrisa en mis labios.— No quiero que vayas a esa fiesta porque puedes descompensarte, ¿no es sufriente motivo?

¿En serio cree que me creeré ese cuento?

Sus amigos han venido más de una ocasión a esta casa y los he oído de como arruinarle la noche a Catalina en esa fiesta para que se marche. No sé qué demonios se traen pero no voy a permitir que la hagan sentir miserable.

— ¿No quieres que vaya por que ira ella?— Frunció el ceño.— Dime una cosa, ¿te gusta Catalina?

Se llevó los dedos a la sien.

Stay With Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora