14| Repítelo hasta que te lo creas.

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Kiara Thompson

Nuestros labios se mueven de forma lenta pero apasionada.

Él me toma de la cintura pegándome más a sí mismo, mis manos juegan con el pelo de su nuca. Caminamos hacia la cama y Dean hace que me siente apoyada en el espaldar, él se posiciona sobre mí mientras besa mis labios.

Siento fuegos artificiales en mi estómago y un calor en mi pecho.

El beso se intensifica, ahora soy yo quien está encima de él, estoy sentada a horcajadas. Nuestros labios se mueven rápidamente, nuestras lenguas están en medio de una guerra la cual no quieren terminar.

Dean acuna mi trasero en sus manos y da un ligero apretón haciendo que un gemido escape de mis labios y sin notarlo, comienzo a mover mis caderas haciendo que mi zona íntima roce con aquél gran bulto que hay en sus pantalones.

En un movimiento rápido me deshago de su camisa dejando a la vista sus pectorales y aquellos sexys y bien formados abdominales, nos volvemos a besar.

Mis mejillas arden a darme cuenta que esta es la primera vez que estoy en una situación tan comprometedora con un chico.

El razonamiento vuelve a mi de golpe, estoy besando a Dean.

¡Estoy besando a mi comprador!

Me separo rápidamente.

— ¿Qué sucede? — cuestiona el chico confundido.

— Vete. — digo agitada.

— ¿Qué? ¿Por qué? — me mira directo a los ojos y yo desvío la mirada.

— ¡Te dije que te odiaba y me besaste! — digo indignada.

— Tú me seguiste el beso, si tanto me odiaras no lo hubieses hecho. — dice encogiéndose de hombros.

— Si te odio. — digo en un susurro que dudo que pueda escuchar. Él se acerca y muerde mi labio inferior.

— Repítelo hasta que te lo creas. — dice en mi oído.

Mi mente ha vuelto a descontrolarse, mi razonamiento se volvió a ir de vacaciones.

Pero cuando estoy a punto de perder el control nuevamente él me quita de encima dejándome desconcertada.

— Si me disculpas. — dice parándose mientras acomoda su pantalón y toma su camisa del suelo. — tengo que ir a resolver esto. — dice apuntando a la muy notable erección en su pantalón.

Yo abro los ojos de sobremanera y me sonrojo de nuevo.

Cuando estaba a punto de salir volteó hacia mí. — Mañana en la tarde-noche tendremos que ir a casa de mis padres, habrá una fiesta por el cumpleaños de mi madre. 

— ¿Y yo qué tengo que ver con eso? — pregunto rodando los ojos, de pronto me siento enojada.

— Que para ellos eres mi novia, olvidas demasiado rápido. — dice y sale dejándome con la palabra en la boca.

Lo que acaba de pasar hace minutos no fue correcto y en realidad no sé cómo hubiéramos terminado si no nos controlábamos.

Probablemente hubieras experimentado que se siente tener sexo. Me regaña mi diabla interior.

Oh no no no, con él no. 

Si, con él si. Vuelve a decir mi diabla.

Opto por ignorar los juegos de mi mente e ir a cena, Marta ya seguro ha hecho que comer y yo llevo mucho sin hacerlo.

Inesperado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora