Capítulo 33

15.3K 1.2K 58
                                    


-Estas muy callada princesa.  No estas contenta como ha resultado la inaguracion? 

Ella giro la cabeza para mirarlo,  fue su perfil lo que ocupo sus pensamientos,  un perfil tan fuerte como el hombre al que pertenecia, un hombre que le habia dicho que estaba allí por compromiso a su hermano,  y si embargo habia asegurado el éxito de su negocio. Entonces el la miro,  provocando que algo temblara en su interior,  y la confusión se multiplico por diez.  Justo con la verguenza de como lo habia tratado.

-Te debo una disculpa.

-Ah,  si? 

-Conseguiste que apareciera Theo Levaski,  junto con las camaras y cinco veces mas el número de personas que iba a venir.

-Eso te lo dijo el?

-Me lo dijo Rafa.

Nico se encogio de hombros.

-Como tu dijiste,  una vez que el estuvo hay lo demas fue facil.  Unas palabras sugeridas en los oidos adecuados,  conocer a una auntentica princesa....

-Hiciste todo eso?  y yo acusandote de interferir.  Has salvado la inaguracion,  sin ti esta noche habria sido un desastre.

-De nada princesa....ha sido todo un placer.  Y se me ha olvidado decirte algo...

Nico salio del coche y lo rodeo para abrirle la puerta.  Andrea tuvo que esperar para que continuara.  Le tomo la mano con cautela, curiosa por escuchar que era lo que le iba a decir mientras la ayudaba salir del coche.

-Esta noche recibi una llamada de Mateo mientras tu atendias los invitados.

-Y ? como están? 

-Los dos se encuentran bien,  respondio Nico calmando su preocupación,  pero queria que supiera que han detenido al hombre que mando las amenazas. Era una falsa alarma, no era mas que unas amenazas lanzadas por un viejo amigo del antiguo principe al que no le gustaba la buena prensa que esta consiguiendo el nuevo régimen.

-Es una buena noticia,  se alegraba que su hermano y Selena no estuvieran ya en peligro.

-Si es una buena noticia,  significa que ya no necesitas niñera.

Andrea sintio algo en el pecho.

-Te vas a marchar?  le pregunto Andrea.

-Mañana,  me ire a estar unos dias con mis padres,  necesitan mi apoyo.

-Supongo que es lo mejor.

-Si

Andrea bajo la vista hacia su mano, que descansaba en la suya.

-Hay una cosa que no entiendo.

-Cual? 

-Por que lo has hecho?   por que te has salido de tu camino para ayudarme esta noche? 

La mente de Nico busco la respuesta a una pregunta que el mismo se habia estado haciendo toda la noche. Era la hermana pequeña de su mejor amigo. Le habia pedido que cuidara de ella.  Pero aunque tuvo aquellas palabras en la punta de la lengua,  no fue capaz de ponerle voz,  no por que no fuera verdad,  si no porque en cierto modo no eran suficientes.

Nico la miro. Tenia el cabello revuelto y suelto por haber ido en el coche de el con la capota bajada, ya no habia ningun peligro,  los guardaspaldas al salir de la galeria les dio la noche libre. Un mechon de su cabello rubio le bajaba por el cuello. La punta descansaba pesadamente sobre el escote,  tenia las mejillas sonrosadas,  ya fuera por el camino de vuelta a casa,  la emoción de la velada o la noticia de que el ya no la iba a cuidar mas,  y se libraria de el,  prefiria no pensar demasiado en ello. Y sin embargo Andrea seguia con los labios ligeramente entreabiertos,  como si esperaba su respuesta.

Si el no supiera que habia pasado los últimos veinte minutos en el coche si capota con el fresco viento de la noche,  diria que tenia el aspecto de alguien que acababa de hacer el amor.

 

Y Nico le respondio de la manera que pudo.

-No basta con que lo haya hecho? 

Ella le sonrio. Sus preciosos ojos estaban cubiertos de una capa de humedad.

-Gracias.  No sabes lo mucho que significa para Rafa y para mi.

Algo dentro de Nico estaba desgarrandose.  Andrea le volvía loco cuando discutian.  Lo enfurecia cuando le lanzaba aquellos dardos puntiagudos.  Pero cuando le sonreia de aquel modo se sentia como si se perdiera,  como si cayera en un abismo. 

El le tomo la barbilla con los dedos y se la alzo suavemente hasta que lo miro otra vez de frente.

Andrea le ardian las mejillas,  sus ojos azules se abrieron de par en par mientras lo miraba con solemnidad..

Hay momentos en la vida de un hombre en los que no hay necesidad de pensamiento lógico.  No hay necesidad de razón.  A veces el instinto es suficiente para que un hombre sepa que camino tomar.

Aquel era uno de esos momentos.

Descendio la boca hacia sus labios y supo antes de rozarla que habia tomado la decisión correcta. Supo con cada fibra de su ser aquello era lo que debia hacer. Y entonces sus labios rozaron los suyos, y los labios de Andrea le dijeron lo mismo.  Esa vez no iba a escaparse.....


Muchas gracias a todas las personas que leen y comentan la novela. Deseandoles unas felices fiestas junto a los seres queridos un abrazo.  Feliz Navidad. 

Enamorada de un GriegoWhere stories live. Discover now