Capítulo 4 - Jade en caos; primera parte

Start from the beginning
                                    

Había una enorme aversión dentro del Jade dirigida al hombre que terminó por volver loco a Wei WuXian.

—¡Secta Su de Moling!

Jiang Cheng podía sentir esa enemistad proveniente del Segundo Jade Lan y la verdad es que el sentimiento era mutuo. A Jiang Cheng nunca le había agradado del todo Lan WangJi y así como a Wei WuXian también le había culpado a él de lo ocurrido a Muelle de Loto.

Era estúpido pero en el momento de dolor e ira después de la destrucción de su hogar y familia el Líder Jiang había decidido arrojar culpa a diestra y siniestra, sin ponerse a pensar después de manera más lógica. O tal vez si lo intentó pero ya la ira le había robado el raciocinio.

Después de la llegada de la secta Jiang el pequeño grupo de los líderes Lan, Jiang y Nie volvió a prestar atención al anunciador hasta que llegó el anfitrión.

—¡Líder de secta LanLing-Jin, LianFang-Zun!

Jin GuangShan, la máxima figura de autoridad entre sectas, fue anunciado y reverenciado por todos. Agradeció, desde la mesa más elevada al centro del fondo del salón, a cada secta (grande o chica) por haber aceptado acompañarlos, dando inicio al banquete.

El espectáculo, se debía admitir, era pues espectacular. Los acróbatas no paraban en ningún momento, las bebidas parecían ser interminables y la comida era deliciosa y abundante.

El banquete inaugural de la Conferencia de Discusión anual estaba en su apogeo, sobre todo para Jin GuangShan que parecía querer ahogarse entre alcohol y mujeres aun cuando Madam Jin se encontraba cerca.

Lan WangJi por su parte aguantaba sentado y con una taza de té a que todo terminara, lo cual sería en un buen par de horas. Realmente quería irse del lugar, el ruido y las conversaciones le eran demasiado hasta que algo llamó su atención.

Un borracho casi gritaba a voces las estupideces que le venían a la mente: —... sin éxito al Patriarca Yiling...

Lan WangJi, con el pulso un poco acelerado, viró escasamente la cabeza para captar con mayor precisión la plática que mantenían.

—¿En serio? —le preguntó alguien al borracho.

—Telo, te lo... digo en-serio —contestó el susodicho arrastrando y empalmando las palabras—, nunca, ¡Nunca han podido contactar el espíritu de ese sucio de Wei WuXian!

—Un alma tan podrida como la suya no debería de volver jamás —añadió otro.

Lan WangJi parecía querer tomar a Bichen y arrancarle la cabeza a cada uno de ellos. ¿Cómo se atrevían esas bestias a decir algo como aquello cuando nunca conocieron a Wei WuXian? Wei Ying sólo quería pelear del lado de la justicia y defender aquello que creía fervientemente que era correcto.

—Era un ser despreciable que traicionó a la secta que le dio de comer por defender a los perros Wen —más personas se añadían a la plática haciendo hervir todo el ser del Jade.

—¡Mató a más de tres mil cultivadores expertos antes de morir vuelto loco y devorado por sus propios títeres! —la risa zancarrona del hombre que con burla dijo aquello fue lo último que Lan WangJi pudo soportar.

El sonido de Bichen a punto de ser desvainada fue bloqueado por Lan XiChen quien puso una mano sobre la de su hermano. Leyó cada minúscula expresión que reflejó el rostro de Lan WangJi y ejerció presión para que Bichen volviera por completo a su sitio.

Nadie más notó algo extraño entre los Jades, de hecho lucían tan pulcros y rectos como siempre, pero Lan XiChen temía que Lan WangJi perdiera el control porque los comentarios no cesaban y nadie decía nada.

Recuerdos impregnados del primer amor | v.1 | Lan MeiLingWhere stories live. Discover now