Genial, primer día de clases y llegaríamos tarde.

- ¡Vamos! –Grita Anna saliendo corriendo de su casa. La miro enarcando las cejas, ella me agarra del brazo y prácticamente me arrastra hacia el instituto.

-Joder, joder, joder…me cago en todos.

- ¿Qué te pasa? –le pregunto, ella me mira furiosa.

-Llegaremos tarde, mierda. Y no sabemos en qué salón quedamos.

- ¿Y de quien es la culpa?

-Obviamente…tuya.

-Sí…espera, ¡¿QUÉ?! Es tu culpa, ¿No podías levantarte más temprano?

-Sabes que nunca despierto temprano, además mi mamá se fue muy temprano.

-Jódete Anna, eres una enferma. ¿Me vas a echar toda la culpa a mí? Yo me levante temprano, tú eres una marmota y no es mi culpa –Respire hondo, siempre que me alteraba olvidaba respirar.

- ¡¿Me acabas de llamar marmota?! –grita roja de la ira.

- ¡SÍ TE DIJE MARMOTA!

-No, no lo has hecho…retira lo dicho.

- ¡NO! Eres una marmota. Siempre te quedas dormida y me hechas la culpa a mí, y ya me canse.

- ¿De qué te cansaste? Dime ¿De qué mierda te cansaste, de joderme la vida?

-Así que te jodo la vida…

- ¡SÍ! Siempre la Mackenzie ordenada, siempre la Mackenzie perfecta, ¿Acaso nunca te has quedado jodidamente dormida? Bruta.

- ¿Me has llamado bruta?

-Claro, ¿Ahora eres sorda?

-Prefiero ser sorda, que irresponsable.

-Ella…la perfecta –dice imitando una voz chillona.

-Sólo admite que me tienes envidia.

- ¿Envidia? Ja… ¿Y me podrías decir de qué? Porque yo no veo nada…

- ¿Ahora estas ciega?

- ¡Ahg! Mackenzie.

- ¡Ahg! Annabeth.

-Te amo pequeña mandarina.

-Yo también pequeño limón –le respondí sonriendo.

Mackenzie  MorganWhere stories live. Discover now