- ¡Mackie! –grita Rose cuando me ve entrar.

-No tengo ánimos para hablar ahora Rose, lo siento –dejándola con las palabras en la boca, me voy a mi habitación.

Mañana, primer día de clases. Mi último año en el instituto.

Preparé mis cosas, y me acosté. Sólo quiero que este dolor se pase, este vacío que siento…sólo pido eso. ¿Es mucho pedir?

 

Me desperté temprano, pues tenía que bañarme.

-Mackie, ¿Estas despierta? –pregunta Rose entrando en mi habitación.

Me siento en la cama, con los ojos entrecerrados.

-No, soy un jodido zombi.

-Jódete.

-Es la primera vez hace dos meses, que me despierto a las seis de la mañana. No estaré con el mejor de los humores.

-Necesito la falda…

- ¿Qué falda? ¡Hey esa es mía! –me levanto rápidamente de la cama, y le quito la falda-Es de mi uniforme, no es mi culpa que perdieras la tuya.

-Es solo que me queda muy larga.

-No es mi culpa.

Agarro el resto de mi uniforme y entro al baño, ignorando el puchero de Rose.

-Mala persona –dice, luego siento como se cierra la puerta.

Luego de bañarme, y ponerme el uniforme. Me mire al espejo. Mi pelo está todo desordenado.

Me encojo de hombros, ¿Qué más da? Agarro mi bolso y bajo las escaleras.

-Mackenzie a desayunar –dice mi madre de la cocina.

-No tengo hambre –le respondo y salgo de la casa, cerrando la puerta detrás de mí.

-Anna voy camino a tu casa… ¡¿Cómo que no te has levantado?! –grité.

-Déjame dormir –dice Anna en uno gemido- Solo 10 minutos más.

-No, faltan 20 minutos para entrar…

-Mierda, mierda, mierda ¿Por qué no me despertaste?

- ¿Tengo cara de alarma? –le pregunto sarcástica, mi humor en las mañanas no es el mejor, y el de Anna tampoco- ¿O de reloj?

-No jodas, espérame…esteré lista en 10.

-Te quiero lista en 5 minutos –sin dejarla terminar, colgué.

Mackenzie  MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora