Cap.43 "La vida no es justa, supéralo y circula".

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—Tenía que limpiar el desastre de mi habitación y no iba a usar la mía —se excusó Noel.

—¿O sea que tú también tienes una camiseta de la suerte? —preguntó Elias desde mi lado, casi dejándome sorda.

—Todos la tienen. ¿Acaso ustedes no? —preguntó en la oscuridad.

—No —me uní a la conversación siendo seguida por otras voces que contestaron lo mismo que yo.

—Ustedes son raros —lo oí decir y revoleé los ojos.

—Bien, tenemos que juntarnos todos —habló Cato en esa voz autoritaria que solía usar en los entrenamientos.

—Claro que no. ¿Nunca has visto esas películas donde todos se juntan pero uno desaparece y luego todos lo encuentran muerto? —preguntó Augusto a mi lado.

—¿Que? —Irina se rio a mi lado—. ¿De que hablas? —preguntó confundida.

—No lo sé, entro en pánico fácilmente.—Movió sus manos exageradamente, dándome un manotazo en la cara.

—Ay, maldita sea —le grité tomando mi mejilla y oí a alguien reírse del ruido que provocó su palma en mi cara.

—Oh Ali, lo siento tanto —tiré un manotazo hacia donde pude ver la sombra de su cara, claramente, a propósito—.  Ay, ¿y eso por qué? —gimió ante mi golpe.

—Para estar a mano —me reí y aunque no lo estaba viendo pude saber que estaba revoleando los ojos.

—Vamos, vengan a la sala. Está todo listo para que se puedan acostar y dormir —Cato habló bostezando, probablemente sabiendo que mientras más tiempo estuviésemos separados más tiempo íbamos a hablar y no lo dejaríamos dormir.

Los que estábamos en la cocina caminamos lentamente hasta la sala. Elias me soltó y dio un paso. Irina tanteó mi mano y la tomó con fuerza. Alguien se apegó a mi cintura, abrazándome como un niño pequeño mientras intentaba empujar a quien sea que iba delante de mi.

—¿Y si hay fantasmas? —preguntó alguien desde la sala y deduje que fue Tessa.

—No existen los fantasmas —Cato le dijo de forma segura.

—No lo sé, Irina se parece mucho en las mañanas —dijo el que estaba delante de mi y pude reconocer la voz de Ulises. Ella usó la mano que no me sostenía para golpear su cabeza.

—¿Y si alguien extraño ronda la casa? —pregunté yo.

Era la primera vez que tenía un poco de miedo luego de enterarme que yo era como ellos y para ser honesta, podía existir cualquier cosa.

—Oh, si que hay algo extraño. Pero no ronda la casa, cariño. Vive dentro de ella —revoleé los ojos ante la voz de Noel. Obviamente se estaba refiriendo a que todos ellos tenían poderes y los extraños eran ellos.

—¿Y si un hombre lobo nos vigila desde afuera? ¿O peor, un vampiro? —preguntó Irina a mi lado. Me detuve en seco.

—Entonces si existen —susurré más para mi que para ella.

—Claro que existen, ¿quien te dijo que no? —pude ver la sombra de su cabeza reflejada por la luz de la luna que se filtraba por la puerta.

—De hecho, Nathan si dijo que existían, pero creí que lo había hecho para que dejara de preguntarle si eran reales —Augusto se rio en mi cintura y le di un golpe en la cabeza.

—Solo lleguen a la sala de una vez, se están tardando jodidamente demasiado —Cato parecía muy exasperado por todo el drama que estábamos haciendo y comenzamos a caminar otra vez.

Controversia (Saga completa)Where stories live. Discover now