—Lo único que espero que es que estés bien, me quedé muy sorprendido cuando Florence dijo que te habían querido robar en tu propia casa, la verdad no me imagino que hubiera pasado si Evan no hubiera llegado.

—Tampoco me puedo imaginar lo que hubiera pasado —dije, mirando hacia abajo, recordándolo todo, haciendo que la herida se abriera de nuevo poco a poco, me quedé un segundo hundida en mis pensamientos y luego lo miré otra vez —Estoy agradecida de verdad por lo que hizo, él también sufrió de algunas heridas y golpes.

—Sí, por lo que vi también sufrió de algunos golpes, ¿Sabes quien resultó ser el atacante?

El nerviosismo se manifestó un poco en mi voz cuando intenté formular una mentira.

—Es alguien que algunas veces vi por la manzana, lo reconocí, supongo que debe ser de la zona pero ahora está en alerta, están buscándolo por todos lados.

—¿Y porque haría algo así? Pareció como si realmente quisiera algo más que simples cosas materiales.

—Es un demente —admití, sintiéndome más nerviosa de lo normal. —No hubiese querido saber que más quería y no quisiera hablar de eso.

—Claro, claro —cambió de tema y agradecí que así fuera, no quería ni tenía ánimos de dar detalles de nada a nadie —Me da gusto que al menos tengas a alguien que pueda cuidarte, no estaría bien que en estos momentos estuvieras sola, es arriesgado, parece que tú y Evan están bien.

Me apreté los labios, quería mitigar una sonrisa.

—Por ahora solo puede quedarse dos días, debe volver a Seattle pero ha pedido que me coloquen cámaras de seguridad y le pondrá uno de esos pequeños visores a la puerta para que vea quien toca, insiste en quedarse pero sé que su trabajo también es importante, no quisiera que tuviera problemas por mi culpa.

—¿Cuántos días estarás descansando?

—Solo cinco días. Yo también debo volver al trabajo.

—Bueno yo sugeriría...—por su tono de voz bajito y su timidez supuse que intentaba hacer —Tengo posibilidad de venir cuando salgas del trabajo y estaría aquí solo para hacer una clase de guardia y me iría a casa a las once.

No tenía argumentos para eso, se ofreció de buena fe pero realmente sería extraño tenerlo en casa, no es que no me agradara su presencia, éramos amigos y quedamos en buenos términos pero ahora estaba con Evan y realmente no era algo que me ponía cómoda.

—Es una buena idea aunque no quisiera que se volviera una carga para ti estar tres días cuidándome por muchas horas —me eché a reír para liberar tensión —¿No es mucho para ti?

—Claro que no —respondió sin problemas, sonriendo —Sé que tu dieta no es vegana pero podría preparar cosas que te agraden, como mis famosas galletas de coco o alguna sopa casera como lentejas.

Reí entre dientes, su mirada me demostraba lo seguro que estaba ante el ofrecimiento, quise pensarlo rápido y darle una respuesta pero no estaba muy convencida, necesitaba pensar por al menos hoy pues no quería arrepentirme luego de la decisión.

—Por ahora no te preocupes, Evan estará aquí dos días y cuando se acerque el momento te llamaré para hacerte saber si necesito de tu servicio, ¿De acuerdo? Gracias por tu atención.

Fue muy considerado pero podía detectar que le molestaba que aplazara su oferta, no iba a aceptar para darle gusto, quería ver como estaban las cosas primero por aquí y ver que pasaba cuando Evan tuviera que irse, no iba a apresurarme y tomar una fallida decisión, aunque, seguía apreciando su disposición a pesar de todo.

Mi Tormento Favorito©+18  [MCF#2]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ