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Poché

Catorce de Febrero

Realmente nunca me había gustado, solo era un pretexto para vender y comprar cosas, quedar bien con otras personas y demás. Aun así no me gustará el día, me encantaba dar, intentar dar un detalle lo suficientemente importante para que lo recordaran

Princesa
Estoy saliendo de mi casa, llego en media hora

Me puse de pie, la noche anterior después de la cita dejé mi auto en casa de Calle y vine en taxi al departamento

Yo
Manu, ¿lista? Ya viene para acá

Estaba nerviosa, no estaba muy segura de querer pasar el día así, pero sabía que le gustaría y si a ella le gustaba yo estaba feliz

- gordi, ¿te gustaría salir después de la escuela? - preguntó Calle haciendo que apartara la vista de mi celular

Ella se veía realmente bien cuando conducía

Lo pensé por un momento, recordando lo que Paula me había estado diciendo y negué

La oí suspirar y sonreí

Calle nunca había sido muy detallista, y por lo que imaginaba se estaba esforzando demasiado este día eso me hacía feliz

Una vez en el colegio me llego un mensaje de Manuela

Manu
Ey, ya estoy acá, empezaré, si quieres no vengas, le dije a Henry que si iría al colegio y que estaba contigo

Yo
¿Entonces llegarás cuando sea tú
hora de salida?

Manu
Sí, ahora ándate a las clases, que necesito a alguien que me pase las actividades

Calle fue a sus clases las cuales comenzaban antes que la mías, mientras iba al campo para comer vi a todas las parejas ese día con regalos, globos, algunos condones

¿Por qué se la da conmemoración a algo qué pasa todos los días?

Pensaba que no hacía falta y aún lo hago, cualquier día es bueno para llegar con un detalle a alguien que quieres, una carta, dulces, incluso de la forma que quieras

Por eso este día había decidido ser un "admirador secreto" para Calle

Me había costado trabajo aprender su horario y las bancas que ocupaba en cada clase, pero al final lo logré

El día de hoy tenia 5 clases a lo largo del día, dos corridas y las últimas tres con descansos intermedios, yo en una de esas con ella, la última

Calle

La profesora nos dio cinco minutos para entregar lo que quisiéramos para no interrumpir de nuevo su clase, no me moví pues Poché no estaba

- ey, ¿me prestas tu cuaderno? - preguntó el chico que se sentaba a mi lado

Voltee a la mochila y al sacarlo note un papel azul que yo no había puesto ahí. Al entregarle el cuaderno revise el papel

La letra era descuidada, como si fuese escrita por un niño de cinco años

Te

Tal vezWhere stories live. Discover now