Siempre Has Sido Tú

todo cambia, todos cambian

—¿Es cierto eso Adrien? ¿Aún la quieres?

—Oh cariño no te gustará esa respuesta — volví a comentar con orgullo o con enojo no lo sé. Él solo calló pobre ni siquiera podía negarlo.

Cristine se bajó del auto molesta y llorando, a veces me sentía mal por ella pero luego recordaba que ella sabía de mi relación con Adrien y decidió arruinar todo lo que él y yo teníamos.

—Debes estar feliz con lo que has hecho —No veía venir el que me aventaría un vaso de malteada, pero que le pasaba el vaso estaba casi lleno y me pudo pegar en la cara si no fue porque puse las manos y aún así todo el contenido cayó sobre mi ropa.

—¿Como puedes tratar a una mujer así? —Ezriel se bajó molesto —Pidele disculpas

—No te metas Ezriel porque tú más que nadie sabe todo el daño y todo el engaño que yo sufrí por su culpa —Fue lo que alcanzamos a escuchar a lo lejos

—Esa no es forma de tratar a una mujer, ¡pídele disculpas Adrien! —La voz de Ezriel se escuchó con más fuerza.

—¿Y si no lo hago que? —Ezriel le soltó un puñetazo en la nariz que lo dejo sangrando y después el se lo regresó con más fuerza.

Se estaban peleando a medio carretera. Nosotras nos bajamos e intentamos separarlos pero ninguno de los dos cedía, nunca había visto a Ezriel tan molesto aunque tampoco nunca nadie me había insultado de la forma que lo hizo Adrien.

Cómo podía cambiar tanto una persona, pensé que conocía a Adrien, mi Adrien, el chico que había hecho superar todo lo malo de mi vida, él no era el chico malo de la historia, era mi todo, lo quería y lo amaba sobre todo, estuve a punto de casarme con él, con esa persona que en este momento no reconocía.

—¡Ezriel ya por favor! —Gritaban las chicas y Cristine también le pedía a Adrien que parara.

Llegó Leo como caído del cielo, aunque ya estaban demasiado golpeados, se puso enmedio de los dos y separó a Ezriel

—¡Suficiente! —Leo estaba más trabajado que Adrien y Ezriel, no cualquiera se atrevería a soltarle un golpe y aparte era demasiado alto.

Uno de los chicos que iba con él agarro a Adrien, solo como apoyo porque Leo ya los había controlado un poco.

—Subanse a la camioneta —Nos dió una orden muy firme—Frank que el señor Cooper se vaya con ustedes —Miro a Cristine que lo abrazaba y lloraba —Y ella también, nos vemos en el hotel.

Ezriel se subió en el asiento del copiloto, estaba todo lastimado de su carita, me baje de la camioneta y abrí su puerta.

—Eres un idiota— empecé a limpiar su cara con unas toallitas húmedas. Al final no estaba tan golpeado solo su boca, nariz y ceja sangraban.

—Eliza, ya sube —Dijo Leo cuando termine de limpiarle la cara a Ezriel.

—¿Están todas bien? —Pregunto y asentimos —¿Porque te estabas peleando Ezriel? —Lo miró molesto por unos segundos y regreso su vista a la carretera

—Porque es un poco hombre y piensa que puede tratar a las mujeres como quiere —Se notaba su increíble molestia y decidió mejor mirar por la ventana.

—¿Las trató mal? —Nos miró por el retrovisor esperando una respuesta

—Le pegó a Eliza —Dijo Camila y sin darse cuenta incendió la mirada de Leo

—¿Eliza te pegó? —Sujeto el volante con fuerza — Te juro que si ese infeliz te puso una mano encima...

—No me pegó como tal, me aventó una malteada solamente —Tampoco quería que lo afectarán demasiado, ¿Porque lo defendía? Quizás en el fondo si tenía corazón.