Tú opinión sobre otros, no importa.

Acepta y acéptate.

La vida, sus etapas, reacciones.

Vivir no es necesariamente tener los ojos abiertos y respirar. Vivir es levantarte cada día y mirar la luz del sol como una oportunidad. Una oportunidad para pararte frente al espejo y presenciar tu físico, ese físico que tratas de esconder bajo la ropa negra porque te hace ver más delgado o ese físico que tratas de ocultar usando ropa holgada porque se te notan los huesos. Detrás de la ropa, de la piel, de los supuestos defectos físicos que tenemos; está el corazón, un poco más arriba está el cerebro, eso es lo que va a definir quién eres. En un mundo donde los gimnasios están más llenos qué las bibliotecas, personas vacías mentalmente que consideran y se crean esa idea absurda de qué todos deberíamos tener el mismo cuerpo la misma estatura, el mismo pelo, el mismo peso, personas que se enfocan en tener un buen físico y se les olvida que lo que más requiere cuidado, es el corazón, que un buen abdomen no durará toda la vida porque al envejecer de una forma u otra nos salen arrugas, que cuando mueras si aún tienes ese abdomen, esos brazos fuertes y unos muslos tonificados, dentro de un ataúd se lo comerán los gusanos; así que te pasaste la vida preparándote para tener un buen físico, pero y qué tal si al final de todo esto sólo se van a recordar tus buenas acciones, cuando fuiste empático, cuando te acercaste a otros y de buena forma le dijiste que "¡linda estás hoy, te queda bien esa ropa que llevas puesta!" quizás eso tan simple como lo ves le arregle el día, lo haga pararse frente a un espejo y quitarse las dudas que tiene sobre su cuerpo, sobre cómo lo ven otros, quizás al morir todos recordemos que fuiste una persona que veló por el bien de todos, se recordarán aquellos momentos en donde diste una mano amiga, en donde le diste un refugio al que se encontraba sin techo, cuando alimentaste al hambriento, cuando tus palabras llenaron vacíos, cuando mueras no vamos a recordar tu físico de mierda, si te vamos a recordar será por tus buenas acciones, por el uso correcto que le diste a tu corazón por tus buenas ideas de cómo hacer del mundo un lugar mejor para todos, eso es lo que vamos a recordar; así que no critiques a otros por ser gordo, no critiques a otros por ser flacos, por ser negros, por ser muy blancos, no critiques a otros por ser distintos a ti, no critiques a otros porque no hay necesidad, ellos ya saben cómo lucen, cuánto pesan y no van por la vida preguntando ¿estoy gordo? ¿estoy flaco? no! Acércate a esas personas háblales, hazlo sentir seguros porque todos nos merecemos eso, todos merecemos sentir que este mundo es para todos y que todos encajamos sin importar como nos vemos.