U N O.

913 99 147
                                    


Han Jisung.

Que hermoso día es hoy, semana nueva, oportunidades nuevas, todo nuevo, no hay nada de malos problemas, ¿qué podría salir mal?

—¡¿Dónde carajo está mi zapato?! — Dije en un eufórico tono de nervios.

Me había levantado tan feliz y entusiasta, dispuesto a todo, de verdad que si, pero mis emociones se vieron interrumpidas gracias a una inesperada pérdida de accesorio importante.

—Revisa en tu armario, siempre lo dejas ahí. —Añadió mi hermana menor en un gruñido que no pasó desapercibido por mi.

Se preguntarán ¿Por qué tan desesperado? Pues hoy es mi primer día de trabajo en el centro psiquiátrico JYP, luego de cinco años de estudio en psicología, al fin tengo un lugar en donde pueda dar lo mejor de mis aprendizajes como un buen psicólogo.

—¡Lo busqué ahí dos veces! —Bufé alarmado.

—¿Por qué mierda nunca encuentras nada? ¡Es desesperante!

Vi a Ryujin entrar a mi habitación entre dientes, gruñendo por lo bajo. Comenzó a sacar todo lo que había en el armario, desordenando todo a su paso.

—¿¡Qué estás haciendo?! ¡Te dije que ahí no...

Mis palabras fueron calladas al ver a Ryujin alzando la ceja con fastidio, mientras que en su mano derecha estaba el zapato perdido.

No lo vi, de verdad que no.

—Eso fue... ¿Magia? —Sonrei nervioso al notar sus ojos ligeramente oscurecidos.

—¿Migii? Eres un imbécil, no sabes buscar bien. —Se burló de mala gana.

—Ya, lo siento, son los nervios, perdón. —Hablé apenado.

No me mira.

—¿Ryu? Mirame a los ojos.

No hay respuesta.

—Ryujin.

Nada, no me miraba, y eso me comenzó a preocupar nuevamente.

—¡Pocky, vamos pocky! —le hablé por su apodo, comenzando a acercarme y alzar su mentón para ver sus ojos.

Estaban oscuros, sin brillo, como si se tratara de un cadáver, una vista muerta.

—Ryujin — susurré mirándola. —, estoy aquí, mi dulce pocky.

Ninguna expresión se asomaba por su rostro.

—Pocky, tranquila, todo está bien — la abracé —, siempre estaré contigo, no te vayas ahí.

Finalmente la sentí reaccionar, abrazandome fuertemente, como si me fuera a ir si la soltara.

—Nunca me dejes, Sung, nunca, nunca, nunca, nunca. —lagrimas salían de sus ojos, jadeando asustada.

—Tranquila, bebé. —Acaricié su cabello para calmarla.

Resultó ser eficiente.

—No quiero que vayas a trabajar, m-me dejarás sola.

—Hay muchas personas que necesitan mi ayuda para estar bien, debes compartir a tu hermano.

—Que se cuiden solos, tú debes cuidarme a mi y sólo a mi. — habló abultando sus labios.

—¿Qué hablamos sobre el egoísmo? — fruncí el ceño.

Ella me quedó mirando con sus ojos penetrantes.

—Que era una emoción mala — susurró de mala gana.

—Exacto. Ryu, necesito el trabajo para juntar dinero y así irnos de este antiguo y horrible lugar. ¿A caso no quieres irte? — pregunté con una ligera sonrisa en mis labios.

Disorders SKZ [Adaptación]Where stories live. Discover now