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Coordelia estaba orgullosa de cómo quedó su habitación después de tanto esfuerzo.

Admitía que en algún que otro momento de la tarde se arrepintió de no haber aceptado la ayuda de sus padres, pero sabía que cuando llegara el momento de irse, la despedida sería catastrófica. A pesar de las complicaciones pudo terminar el cuarto luego de diez agotadoras horas.

Lo único que le entristecía era que su compañera de cuarto no llegó en ningún momento del día, era una lástima que no pudo conocerla. De todas maneras, todavía tenía algo de tiempo para instalarse en las habitaciones de la universidad.

Su celular comenzó a vibrar, indicando que su amiga, Cassie, respondió el mensaje de texto que le envió hace diez minutos. Cassandra aceptó su solicitud de ir a dar un paseo por la ciudad, que tanto había cambiado en cuatro años. Arreglaron para verse en la puerta del edificio de Coordelia en media hora. Suficiente tiempo para que ella pueda bañarse y sacarse la suciedad.

Luego de poder ducharse a gusto, eligió la ropa que deseaba ponerse y ordenó todo lo que sacó en el tiempo que tardó en decidirse.

Salió del cuarto y cerró la puerta con llave. Lo que más le gustaba de la Universidad Salvatore era su arquitectura, sin duda. Estaba inspirada totalmente en el arte barroco. El pasillo que conducía al ascensor era una maravilla, llena de columnas y detalles en dorado y blanco. Su edificio de residencia era una copia casi idéntica de la abadía de Westminster.

La entrada de la Universidad poseía la igualación de la fuente Di Trevi, luego podría decirse que se convertía en un palacio. Era mágico.

Al bajar, pudo ver cómo los estudiantes seguían llegando con cajas en los brazos. Algunos estaban perdidos y otros simplemente, cansados.

Cuando salió pudo notar rápidamente a su amiga sentada en uno de los escalones con el teléfono en las manos. Cassandra se tiñó el cabello de dos colores separados por la raya, de un lado era rosa pastel y por el otro amarillo pastel, debido a eso era fácil reconocerla entre el montón de universitarios que estaban en el gigantesco Campus. Coordelia se acercó sigilosamente para poder asustarla, colocó las manos en los hombros de ella y procedió a decir un "Buh" bastante alto.

—¡Maldita sea!—dijo Cassandra antes de pararse.— ¡Dios mío Cordi! ¡Me asustaste, idiota!

Coordelia río. La cara de su amiga se suavizó al instante para luego finalmente, abrazarla.

Si bien habían mantenido el contacto de manera pegada, no era lo mismo tenerse cerca. Cordi respondió contenta al abrazo, la había echado de menos.

—¡Cuánto te extrañé Cassie! siento que pasaron mil años desde la última vez que te vi.— Se separaron, sin embargo sus manos seguían juntas.—¿Y bien? ¿Qué haremos esta noche?

—Vamos a pasear por el centro un rato, luego te llevo a comer al mejor restaurante de la ciudad.

Comenzaron a caminar por la peatonal más conocida de la ciudad. Esta se encontraba totalmente modernizada, con más tiendas, restaurantes de comida rápida y estacionamientos. Los edificios ahora dominaban la ciudad, teniendo más de seis pisos. Incluso, Cassandra le comentó sobre la peatonal en donde solo podías encontrar establecimientos bailables y bares.

Algunos teatros fueron inaugurados en tan poco tiempo. La ciudad estaba toda iluminada por focos que estaban en los costados de las calles, ayudando a la cantidad enorme de coches que aparecían.

Según Cassandra, desde que la Universidad comenzó a ganar popularidad, muchos jóvenes comenzaron a venir y algunos junto con sus familias lo cuales se instalaron en la ciudad.

Al llegar al final de la peatonal, una gran plaza adornaba el centro de la ciudad. Ese parque era antiguo, pero los juegos habían sido remodelados junto con los bancos. Los árboles más viejos estaban muy bien cuidados. Por lo que pudo notar, no se encontraba un solo papel en el suelo, indicando lo limpio que estaba. La estatua de George Washington descansaba en medio de la plaza.

—Los apartamentos que rodean el parque son los más costosos de toda la ciudad, pero son hermosos.— Cassandra tenía razón. Los edificios tenían preciosas vistas y tenía el presentimiento de que eran espaciosos.— Mi amigo nos está esperando en el restaurante ya, encaminemos.

Al llegar al restaurante, entendió porque le gustaba tanto a Cassie, era totalmente su estilo. Estaba decorado con plantas y en un ambiente minimalista.

La recepcionista pareció reconocer a Cassandra, ofreciendole la mesa de siempre, a lo que su amiga respondió afirmativamente.

La mesa era una del fondo junto a una de las ventanas. En ella estaba sentado un muchacho colorado delgado. En el instante que divisó a Cassie, se paró de su asiento para abrazarla.

—¿Cómo está la chica más bonita de toda la galaxia?— Ambos rieron.—Tu debes de ser Coordelia, un gusto. Soy Miles.

—Un placer conocerte Miles, escuché muchísimo sobre ti.—El le sonrió como respuesta.

Tomaron asiento los tres, Coordelia estaba en la punta. Comenzaron a conversar acerca la vuelta a la Universidad y lo emocionante que sería. Como era su primer año en la ciudad, ellos le contaban acerca algunos lugares "secretos" donde se podría comer o pasar un rato en silencio cuando quisiera estudiar sin ser interrumpida.

—Cambiando totalmente de tema. ¿Escucharon acerca del acontecimiento que está cerca?—dijo Miles con un brillo particular en los ojos—Los duques de Cambridge supuestamente vendrán aquí esta semana a instalarse.

El rostro de Cassie se transformó en una mueca de sorpresa, parecía no terminar de entender la información.

Coordelina, por su parte también se encontraba sorprendida. Se sabía que el ducado tenía algo que ver con la Universidad, puesto que su tía abuela le había cedido el puesto de duña a el duque y próximamente, a alguna de sus hermanas. Pero ellos según contaba su amiga, no solían pasarse por la Universidad a menos que haya una crisis. Lo cual, era preocupante.

—¿Toda la familia? ¿A qué vienen?— Cassandra, al parecer saliendo del shock, finalmente se adelantó a preguntar.— Digo, las veces que vinieron era por algo importante ¿Sucedió algo?

Miles pareció pensarlo unos segundos.

— La verdad, Cassie, es que no tengo idea. Solo se lo que escuché.— mientras el conocido respondía, trajeron la comida.— ¿Qué estás estudiando Coordelia? Estuvimos hablando todo el rato pero no sé lo principal.

—Estoy en mi último año de periodismo. Tengo como propósito entrar en The Guardian, un importante centro de Gran Bretaña.

—Miles estudia diseño y bueno, tu ya sabes que estoy en relaciones internacionales.— dijo Cassandra mientras servía la comida.

Comenzaron a comer mientras charlaban de cosas triviales. Con esto, se enteró que Cassie había terminado con su ex novio y que Miles provenía de Canadá, aunque se le estaba yendo el acento.

Cuando terminaron de cenar decidieron quedarse un rato más y luego dirigirse todos juntos a las habitaciones de la Universidad.

Los tres empezaron a caminar hacia la residencia. Estaba oscuro y no se encontraba mucha gente en las calles. Por lo que las chicas sugirieron tomar un taxi, pero ninguno pasaba por la zona. Pasaron por una especie de club, donde se sintieron un poco más a salvo. Llegaron a la residencia y se despidieron, todos caminaron a sus respectivos dormitorios.

Coordelia no quería encontrarse con su compañera en su estado deplorable, así que mientras subía, rezaba a todos los Santos que no se encontrara.

Cuando entro al cuarto, vio algunos muebles que no eran propios acomodados. Eran rosados y dorados,una extraña combinación. Pero no había rastro de persona alguna.

Coordelia decidió irse a dormir, en algunos días comenzaría la facultad y con eso, nuevas responsabilidades.

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⏰ Last updated: Apr 28, 2020 ⏰

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Salvatoris.Where stories live. Discover now