CAPÍTULO 2

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 —¿Qué pasó ahí adentro?—pregunto cuando el señor Black me abre la puerta del auto apurado.

—Nada, simplemente se cancela el contrato—desajusta un poco su corbata como si estuviera sofocado y arremanga las mangas de su saco.

—Pero ¿Por qué?— no sabía el porque Michael rompió el trato con una buena empresa, no es que le hiciera falta, pero nunca vienen mal unos ingresos extras.

Da un largo suspiro y luego habla —Lo que pasa es que me di cuenta que Evans es un irresponsable y yo no puedo trabajar con una persona así— hace silencio un rato y vuelve a hablar —Escuche, me parece que le debo un almuerzo a usted, por el mal rato que le hice pasar ¿Qué le parece si nos vamos a comer al restaurante? y no acepto un NO como respuesta.

¿Quién entiende a este hombre? Primero estaba enojado —no sé por que razón— y ahora está muchísimo mas calmado.

—Acepto su propuesta señ— estaba por terminar de hablar cuando el me interrumpe ¿Acaso tiene una obsesión con interrumpirme?

—Nicole, no me trates de "Señor Black", cuando estemos solos puedes llamarme por mi nombre— me responde sereno.

—Okey Michael, como le estaba diciendo antes de que me interrumpiera, acepto ir a almorzar con usted.

Michael 

Sentía que podría acostumbrarme rápidamente a esa forma —que sin darse cuenta— sonaba tan sensual de sus carnosos labios.

Lógicamente, no le debo nada, y mucho menos un almuerzo, eso solo era una fachada para que no se de cuenta que en realidad tengo ganas de pasar un rato con ella, y si se presenta la oportunidad, tirármela.

—Y por favor, no me trates de usted, yo no me considero viejo, incluso me siento muy joven y conservado para alguien de mi edad ¿No crees lo mismo? 

La observo detenidamente esperando una respuesta de su parte, pero lo único que conseguí fue un leve sonrojo de su parte, que tierno.

NICOLE 

 —Y en ese momento fue algo muy épico, estaba subiendo un árbol, vino el gatito de mi abuela, se trepó con gran agilidad al árbol provocando que me asustara, y ahí me caí-dice riendo fuertemente Michael.

—¿En serio? ¿El gran empresario Michael Black trepando un árbol?- digo sin poder creerlo, pero riéndome. Estaba por agregar algo más pero llegó el mesero con la bandeja y nuestros postres ¿Alguien más pensaba interrumpirme hoy?

—Aquí tienen, para usted señor y para esta bella señorita—dice sonriéndome.

—Gracias— le respondo amablemente a lo que mi jefe gruñe como si de un perro se tratara y el pobre muchacho se alejó rápidamente. 

MICHAEL

¿Se atrevió a sonreírle? ¿De verdad? ¿Acaso le estaba coqueteando? ¿Al frente mío? ¿No se da cuenta que está acompañada por un bello hombre y ese soy yo? 

—¿Michael? ¡Michael!

—¿Eh? ¡Lo siento! ¿Qué me decías?—pregunto mirándola profundamente y noto como nerviosa se acomoda en su silla, rápidamente me doy cuenta del efecto que causo en ella, y eso no me disgusta para nada.

La miro y empieza a reírse, tiene una sonrisa muy hermosa —Nada, es que estabas distraído y me asustaste, quizá el cerebro había dejado de funcionarte— dice encogiéndose de hombros mientras come su postre.

—Que teoría mas loca Nicole, pero bueno, ya hablamos mucho de mí.

—Bien ¿Qué querés que cuente?— dice recargando sus brazos en la mesa.

Mi jefe, ¿Mi marido? (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now