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- VEN, ATRÁPAME-
El adorable sireno le saco la lengua a su hermano mayor por unos segundos antes de nadar a toda prisa por el salón real.

- QUEDATE QUIETO SURADET O LE DIRÉ A NUESTROS PADRES -. El príncipe mayor lo amenazó antes de tratar de alcanzarlo, pero el pequeño sireno había escapado de la vista de su hermano.

No podía andar muy lejos, conocía muy bien su castillo, pero su hermano pequeño parecía que lo conocía mejor que el porque siempre encontraba un lugar nuevo para esconderse de los regaños de el. Se preguntarán dónde están los padres de estos pequeños sirenos, pues simple los reyes tienen mucho trabajo ese día como para jugar con sus retoños y dejaron la tarea de cuidar a su hermano al príncipe Copter.
El príncipe mayor nado un poco hasta que se cansó de buscar a su hermano, de seguro entro a la cocina a devorar lo que encuentre y ese seria problema de las cocineras no de el, sonrió un poco y salió a dar una vuelta por la ciudad, no tardó en poner una aleta afuera del castillo porque su escolta lo siguió.

Kim, el escolta de Copter lo protegía de todos aunque esté siempre le decía que no necesitaba ayuda de nadie el se cuidaba solo, pero por órdenes de su padre tenía que estar escoltado y quién mejor que Kim, 2 años mayor que Copter y el mejor de su generación. El rey Tae lo veía como su otro hijo y era muy querido por la familia, pero a Copter no le gustaba su escolta, era muy difícil explicar porqué no le agradaba, pero vaya que lo detestaba, a Kim por el contrario, si le gustaba Copter, desde pequeños y que mejor que ser su guardia personal para estar todo el día con el, a veces era el encargado de que el sireno no se llenara de pretendientes, con una mirada tan penetrante y un gruñido todos salían nadando por sus vidas, esto es algo que Copter desconocía, Kim se encargó de que su pequeña majestad nunca se enterase de esto, sin embargo uno que otro con segundas intenciones se acercaba a Copter, pero este se defendía y para Kim era un alivio, pero eso no quería decir que no probarán un poco de los puños de Kim.

- Oh su majestad, ¿no lo dejaron encargado de cuidar al pequeño Suradet? - pregunto Kim nadando a una distancia prudente de Copter.

- si, pero se perdió, debe de estar en la cocina comiendo, a si que él come y yo salgo - Copter lo dijo con burla, para dirigirse a un pequeño mercado donde vendían todo tipo de cosas tanto de humanos que conseguían yendo a robarlos en los barcos, como artículos de primera necesidad para la vida de un sireno, los primeros eran los favoritos de copter porque eran extraños.

- Pero... Su majestad, ¿usted no se gastó toda su mesada ayer? - le pregunto Kim cuando Copter comenzó a tocar un objeto extraño, que según los dueños del negocio era para poner en los pies

- ¿Por eso estás aquí, no? - Copter sonrió - OWW p'Kim, ¿puedes prestarme algo de dinero?-

Copter hizo un puchero y luego sonrió cuando Kim pago ese par de cosas extrañas que se ponen en los pies, que obvio el no necesitaba pero le interesó. Así es a Copter no le gustaba Kim, pero sabía que al ser su guardia personal tenía que encargarse de él y ayer gasto su dinero en cosas que luego votaría al ser inútiles para su vida.
Cuando Kim estaba distraído nado un poco hasta chocar con alguien.

- Oh disculpe - el sireno con quién choco era el doble de alto y grande que Copter y su aspecto daba un poco de miedo.

- Niñita fíjate por donde nadas - el tipo lo tomo por el cabello a punto de darle un golpe, pero en ese momento Kim apareció

- MIDA SUS PALABRAS SI NO QUIERE IR A PRISIÓN POR LASTIMAR AL PRÍNCIPE - el sireno soltó a Copter lentamente, pero en cuanto lo soltó un objeto extraño envolvió al sireno haciendo que este perdiera fuerza y casi callera al suelo al sentirse débil -

- Tú vendrás conmigo - fue la voz fría y dominante que lanzo Kim que hizo tragar en seco al bandido que casi golpea al príncipe - Al rey Darvid no le gustará saber que alguien estuvo a punto de tocar a uno de sus tesoros -

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