Momo es una gata que posee la habilidad de convertirse en humana. Aunque no entiendo el por qué. La respuesta a su pregunta se ve contestada en su vida adulta, cuando conoce a su dueña sucesora de forma inesperada, quien tiene un miedo irracional a...
Dahyun se encontraba de compras junto a su mejor amiga Chaeyoung. La última nombrada mencionaba lo que le faltaba de su lista, mientras que la otra se perdía en las hoja del otoño cayendo y rodando por el suelo. Sin darse cuenta Chaeyoung la tomó de la mano yendo a la tienda que estaba a unos cuantos pasos de ellas, Dahyun casi cae al suelo debido al repentino agarre de la menor. Sin embargo tuvo el equilibrio perfecto para no caer.
Mientras su amiga tomaba cosas que estaban en su lista Dahyun solo miraba sin ningún interés. Era una tienda de accesorios para mascotas. Y si bien Dahyun tenía un lindo perrito, no era que amaba las mascotas, desde pequeña sufría de zoofobia lo que se le dificultaba alguna relación estrecha con animales en general. Pero con ayuda de su perrito estaba superando un poco aquel miedo patológico.
Cuando su amiga por fin terminó de comprar ambas salieron del lugar, justo cuando Chaeyoung iba a dar un paso más de la nada salió un gato blanco enredándose entre las piernas de la menor maullando. Aquel gesto hizo retroceder a Dahyun disgustada, por otro lado la más baja se agachó para acariciar al felino amigo.
— Hola, lindo gatito~— Chaeyoung empezó a sobar la cabeza del gato con esmero mientra sonreía.
— Que asco, Chaeng, es un gato callejero. — Nuevamente la disgustada mirada de desaprobación de Dahyun se hacía presente.
— Callejero o no, es hermoso. — Contestó mirando mal a la mayor mientras seguía acariciando al gato.
— Espero te laves bien las manos si piensas tocarme luego. — Insistió con sus malos comentarios a su amiga.
Chaeyoung se levantó tomando al gato entre sus manos. Aquel era un poco pesado por lo grande que era, lo volteó buscando algo entre sus patas y rectificó sus palabras anteriores.
— Oh, es una linda gatita.
— Sí, es una gata, que alegría. Ahora bájala de ti y vamos a la siguiente tienda.
Dahyun había recibido un mensaje el cual abrió y mientras contestaba le daba tiempo a su amiga para despedirse del inmundo animal. Mientras tecleaba la respuesta a la pregunta de su madre, la voz de Chaeyoung se hizo presente.
— Creo que la voy a conservar. — Comunicó Chaeyoung.
Dahyun terminó de escribir y envió el mensaje, bloqueó la pantalla de su teléfono celular y suspiró un poco cansada.
— Chaeyoung-ah, no estoy en contra de que tengas mascotas, pero. ¡Tienes dos gatos y una gata embarazada apunto de dar a luz en cualquier momento! — Dahyun reprendió a su mejor amiga la cual se estremeció un poco.
— Tienes razón — Reconoció afligida —, pero tú solo tienes a Ari.— Siguió dándole una mirada un poco extraña a Dahyun quien empezó a negar.
— Ah no, eso sí que no. A Ari no le gustará la idea. — Mintió tratando de zafarse de su insistente amiga.
— Mientes. — Chaeyoung estableció mientras sonreía y se echaba hacia adelante con la gata en brazos.
— Aigoo. A veces odio que me conozcas tan bien. De igual forma no estoy de acuerdo con tu idea.
Tiempo más tarde la menor había convencido a Dahyun, quien ahora tenía que cargar con un nuevo inquilino a su casa. Chaeyoung había dado algunos consejos para que cuidara de la gata, además de informarle que debía colocarle un nombre de inmediato, cosa que Dahyun ni siquiera prestó atención puesto que planeaba encontrar cuanto antes un nuevo hogar.
Cuando llegó a casa soltó a la gata y esta corrió hacia un rincón debido a unos ladridos que la asustaron por completo. Ari por otro lado recibió a su amada dueña para luego ir a molestar a la gata, estaba tan emocionado que no dejaba de ladrar.
— Ya, perrito. Es solo un gato tonto. No debes ladrar — Dahyun se puso a la altura del perro para acariciarlo un poco —, por portarte bien te mereces una galleta ¿qué tal?
Un ladrido fue lo que Dahyun necesitaba para ir a buscar el preciado premio de su cachorro. Cuando estuvo apunto de darle la galleta a Ari, visualizó a la gata rasguñando el sillón de la rubia además de haber dejado algunos pelos esparcidos en un camisón de dormir, Dahyun enseguida fue a tomarla en brazos para bajarla.
— Creo que después de todo me causarás bastante problemas.
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