Capítulo 29 - Momentos

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Ella me beso con furia, con excitación, con fuerza, yo me perdía a cada segundo, una de sus, manos fue a mi cuello. Metió la mano por mi cabello y tiro hacia atrás. Para tener acceso completo a mi cuello. Gemí cuando ella empezó a chuparlo, acción que claramente estaba dejándome en el límite, y ella lo sabía. Pero ella estaba jugando, y yo le mostraría que también sabia como jugar, y muy bien.

Pero antes de que pudiera continuar su teléfono comenzó a sonar.

-¡Mierda!- Calle dijo demostrando su total irritación por la interrupción.

Calle me miro como pidiendo disculpas, y yo solo asentí bajándome de su regazo inmediatamente para que la mujer pudiera hacer que el ruido se detenga de una vez. Pensé en quien podría estar llamando a estas horas y acabe distrayéndome con la visión de lo que acababa de presenciar.

Me levante para tomar la sudadera de Calle y ponérmela. Ya que Calle se había llevado la sábana con ella. Y yo no podía agradecerle más por eso, Calle se detuvo frente a la gran ventana de cristal, de la misma manera que estaba ayer en la noche observando la lluvia que caía, pero esta vez un lindo sol brillaba allá fuera, los rayos que pasan a través de la ventana le dieron un aire angelical a Calle y ella no podría ser aún más bella, si eso fuera posible, por supuesto. Con su pelo desordenado, y la sabana que cubría la cintura para abajo solamente, dejando ver todas las marcas de mis uñas que gritaban en contraste con su piel pálida. Me acorde de una canción de Lana, que encajaba perfectamente en este mismo momento.

''Oh that grace, oh that body,

Oh that face, makes me wanna party. She's my Sun.

She makes me shine like diamonds.''

("Oh que esa gracia, Oh ese cuerpo,

Oh esa cara, me hace querer ir de fiesta. Ella es mi sol.

Ella me hace brillar como un diamante".)

Cantaba en mis pensamientos mirándola a ella, que parecía estar triste por la conversación.

Camine en dirección a ella y sin que lo notara, la abracé por detrás sintiendo su dulce perfume invadiendo mis fosas nasales cuando sentí que sus músculos se relajaban en mi brazos, coloque su cabello para un lado y apoye mi cabeza en su hombro y solo me quede allí, mirando el gran jardín de afuera.

-Es hermoso, ¿verdad?-

-¿Eh?- Pregunte confundida.

No me había dado cuenta que Calle ya había terminado la llamada.

-¡El jardín, Pouch! Es lindo. ¿En qué mundo estas?- Pregunto mirándome un poco distraída.

-En nuestro mundo.- Hable muy cerca de su oído, colocando un beso en su oreja, sus vellos se erizaron inmediatamente.

Nos quedamos en silencio por algunos minutos, cuando ella finalmente hablo.

-Recibí una llamada de Juliana.-

Calle estaba en silencio otra vez, y yo sabía que algo estaba mal.

-Mi padre está muy enfermo, el empeoro desde la última vez que estuvimos allá. Cada día que pasa el empeora.-

Silencio. Era lo que estaba sucediendo en ese momento.

-Sabes, Poché, mi mayor temor es que no nos reconozca más, que no me reconozca más. Pero sé que es inevitable, un día se despertara y la vida nos dará una mala pasada a todos nosotros a la vez, y me da miedo...

Calle estaba abriéndose, como en la primera vez que estuvimos en su casa, pero esta vez fue peor, se de su dolor, y se cómo se siente. Quería abrazarla y protegerla de todo, pero no podía por que la necesitaba para que me proteja también. Pero mientras estábamos allí en nuestro mundo, podría ocurrir. Solo entonces la presioné más fuerte contra mi cuerpo como si pudiera pasarme todo su dolor a mí en aquel abrazo, y así lo hizo porque ya estaba más relajada y continuo hablando.

The Stripper [Caché]Where stories live. Discover now