Yo soy betty, la fea - TE AMARÉ POR SIEMPRE

CAPÍTULO 4.

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Armando ya había logrado concretar un buen negocio con las franquicias de México, y por una vez después de mucho tiempo se sentía útil, además las franquicias de Venezuela estaban dando excelentes resultados.

Todos los que alguna vez trataron con Armando Mendoza, sabían de su rompimiento con Marcela Valencia, y su cambio le daba un aura que lo hacía ver más atractivo que antés, algunas mujeres se atrevieron a llamarlo y a ver si tenían la oportunidad de cazar lo, porque a pesar de que en EcoModa todos sabían de su relación con Beatriz, esto no había salido mucho de la empresa y el mundo de la farándula y demás no sabían de su relación oficial.

Esa tarde, cuando Armando concretó negocio recibió una llamada de una mujer.

- Hola, Armando, con Fernanda López, no sé si te acuerdas de mi, nos conocimos hace un par de meses, nos presentó una amiga en común: Mónica Agudelo.

Armando le parecía conocido el nombre pero no la recordaba muy bien, seguramente coquetería de una noche y nada más, porque nunca se olvidaría de una mujer de su pasado.

- La verdad no te ubico con el nombre, Fernanda - dijo Armando - me vas a disculpar.

- No hay problema, solo nos vimos un par de veces - rió nerviosa - ¿será muy atrevido de mi parte invitarte a cenar por ahí? antés no me atreví porque estabas comprometido.

- Lo lamento, pero ya tengo un compromiso hoy - aclaró Armando - y estoy con otra persona de la giam seguramente te enterarás muy pronto, con lo chismosa que es tu amiga Mónica.

Ella se echó una carcajada nerviosa y se despidió amablemente.

Armando ya había planeado toda la noche con su Betty, se acicaló el cabello, se sepilló los dientes y se hecho loción. Betty también hizo lo mismo, se lavó sus dientes perfectamente alineados, se sepilló un poco el cabello y se hechó loción.

Betty estaba muy nerviosa, incluso más que Armando, ella presentía que el momento de casarse con Armando se acercaba más y más, ¡y le encantaba!, ya se había prometido dejar de pensar en lo que habían dicho las cartas e iba a dejar que las cosas simplemente fluyeran.

Betty fue a la oficina de Nicolás, encontrándose con un Nicolás triste y nostálgico.

- Quiubo Betty, ¿para dónde va tan bonita? - dijo intentando ocultar su tristeza que se le notaba desde lejos.

- Voy a salir con Armando - respondió Betty - ¿y usted por qué está así todo triste?, ¿no iba a salir con Patricia?.

- Acabó de llamar a decirme que no iba a poder ir porque tuvo un problema con su familia o algo así.

- Ay, Nicolás - agregó Betty - yo le dije que no se ilusionara con la peliteñida.

- Claro, eso lo dice usted que está con el hombre más rico y más codiciado de la ciudad, ¿qué más le puede pedir usted a la vida? - explicó Nicolás.

En ese momento sin que Betty pudiera contestarle nada a Nicolás le sonó el celular, vió rápidamente que era Armando y salió de la oficina de Nicolás.

- ¡Hola mi vida! - dijo Armando al otro lado del teléfono - ya estoy llegando a EcoModa por ti, mi amor.

- Ok, mi amor - respondió Betty - me has hecho mucha falta, mi vida.

- Tu también me hiciste mucha falta hoy, mi amor - dijo - ya estoy llegando.

Bertha y Sofía observaban todo con mucha ternura.

Fredy llegó con un peluche de grillo, una caja de chocolates para Aura María y una dedicatoria que decía "un detalle para mi grillita en este día de los enamorados, como nosotros", Aura María se emocionó con el regalo y esperaba una invitación a cenar o a rumbear, peor encambio Freddy le dijo.

- Mi grillita, ayer fuimos a cenar y hoy me gasté un buen dinerito en esos bombones.

- Que pereza con usted Freddy, 3 detalles a l mes y ya queda en quiebra - se quejó Aura María - fresqueese mijo, que esta vez yo voy a pagar lo que me coma, ¡pero sáqueme a alguna parte Freddy que me aburro!.

Betty no pudo evitar reírse con aquella pequeña discusión.