•Fragile•

Locura de Dos.

-yo puedo...-
Tomó aire y se encaminó a dicho lugar.
Nada cambio, el miedo seguía, miedo a  morir, el sonido de los cristales romperse le hizo apretar la perilla de la puerta, bajo la cabeza y la soltó cerrándola.

El camino fue largo siendo una pequeña tortura, aveces se quedaba paralizado ante sonidos de motor.

15 minutos tarde.

El pelinegro ya había llegado y bae se sintió apenado por su tardanza.

-lo siento... Esperaste mucho?-
Se sentó apenado.

Jhon sólo sonrió.

-tranquilo...-

Por primera vez se Miraban con detenimiento... El verde esmeralda se encontraba con aquel azul zafiro, ambos hundidos en lo profundo de sus miradas y olvidándose de todo a su alrededor.

Una mesera interrumpió.

-¿puedo tomar sus pedido?-

La tarde paso rápido, todo parecía perfecto para ambos y aunque para algunos parecían ir rápido... La verdad era que ambos congeniaban.
Las citas eran constantes y aveces ya ni siquiera eran citas... Tan sólo alguno de ellos iba a la casa del otro y pasaban el día juntos, mirando tv, alguna película o cenar... Jhon era buen cocinero.
Se sentían en plena felicidad estando los dos juntos.

Pero no todo era perfecto... Las constantes pesadillas despertaban a Bae a media noche.

Se levantó con terror, el sonido del metal chocar y derrapar contra el suelo le alertó, su cuerpo temblaba sin control y sentía las lágrimas correr por su rostro. Llevó sus manos a sus mejillas sintiéndolas heladas y suaves.
Dio un golpecito en su mejilla escuchando el sonido del cristal ser golpeado con cristal.

Corrió a un espejo y el aliento escapó de sus pulmones.
Todo su cuerpo era de cristal... Brillante y limpio, su cabello, sus ojos, su cuerpo entero.

Intento gritar, hablar y pedir ayuda pero no podía abrir su boca... El pánico comenzó a apoderarse de él. Volvió su mirada al espejo y ahí estaba Bae... De carne y hueso, con la misma expresión de pánico y desesperación.

Cerro sus puños y golpeó el espejo asta que lo único que se rompió fueron sus manos.... El cristal se cuarteaba y el dolor de romperse era insoportable, su garganta se desgarraba y quebraba, pedazo por pedazo.

El sonido del metal chocar y derrapar contra el suelo le hizo voltear... La luz le cegó y todo su cuerpo se quebró.

Despertó agitado, apenas y podía respirar. Su pecho dolía con cada latido y su cuerpo temblaba descontroladamente.

Miró sus manos con terror... Rodó había sido un sueño.

Aquel sueño se había vuelto recurrente tanto que aveces soñaba despierto.

*Marcando...*

*Deja tu mensaje en el buzón de voz*

Suspiro decaído... Su estado mental estaba decayendo y eso era seguro, había faltado a unas sesiones de fotos toda la semana y comenzaba a preocuparle su estabilidad tanto mental y económica.

*Llamada entrante de Jhon💙"

-jhon?-
Se recostó en la cama con nerviosismo.

-Bae... Que pasa? Es bastante temprano...-
Y era verdad, eran las 2:46 am.

-lo siento... Es que...-

–una pesadilla?-
Interrumpió Jhon.

-mmm... Si... Otra vez, lo siento... Es que... No me siento bien-

Jhon salió de casa y condujo a la casa del asiático el cual le recibió con necesidad.
Se abrazaron y así pasaron lo que resta de la noche.

-siempre estaré para ti-
Jhon acarició su cabello con cariño asta que el rubio durmió mientras escuchaba los suaves latidos de su corazón.

[. . .]

Los meses pasaron y apesar de todos los problemas su relación pareció crecer poco a poco, ambos se necesitaban y amaban.

Y jhon... A jhon le preocupaba Bae y demasiado.

-¿Bae? ¿Que pasa? ¿Estas bien?-
Tocó la puerta del baño con insistencia, el rubio llevaba ya un rato en el baño.

De pronto el sonido de un vidrio romperse le hizo saltar del susto.
-¡Bae! Bae abre!-
Comenzó a forcejear la puerta asta que el seguro fue quitado. Jhon abrió y se encontró a Bae temblando y una cortada en la mano.

-¡jhon! Me rompí! Me duele!-
Salió alterado. Respiraba rápido y lloraba a mares.

-te cortaste, tranquilo estarás bien-
Tomó su mano pero esta fue retirada rápidamente.

-¡no me toques! Me duele... Jhon... Me rompí-
Lloriqueo pegando su mano a su pecho mientras jhon tan sólo miraba confundido.

-¿de que hablas? Bae...-

-jhon... Me rompí, soy de cristal!-

[. . .]

-no se que tiene... Estoy preocupado, esta convencido de que es de cristal y... Y cosas así, casi no duerme, tiene pesadillas todas las noches... Incluso le da miedo salir
Hablaba el pelinegro con una amiga de Bae la cual, al igual que él estaba preocupada por el rubio.

-deberíamos llevarlo a terapia o algo-
Sugirió la chica y Jhon asintió.

-tengo miedo que algo le pase... Que se rompa-

[. . .]

-JHON! NO ESTOY LOCO!-
Grito alterado.
Ambos discutían, jhon le había dicho que tenía que ir a terapia y a Bae no le agrado la idea.

-no estoy diciendo que estas loco... Sólo que... Estas confundido y... Y necesitas ayuda-
Trató de sonar tranquilo pero su voz temblaba con cada palabra.

-mirame jhon...-
Suplicó Bae, sus ojos cristalizados por las lágrimas, brillando con dolor.

-sienteme jhon-
Entrelazó sus manos, estaban frías y suaves.

-tengo miedo... Miedo a que... Que algo me pase... Miedo a romperme... Me duele-
Apretó el agarre mientras unían sus frentes con sus ojos cerrados y las lágrimas cayendo por sus mejillas.

-tengo miedo de romperme y no estar a tu lado... Ayudame jhon-
Se miraron a los ojos, mirando la profunda tristeza que cargaban.
Tomó entre sus manos las mejillas del rubio y con una sonrisa beso sus labios, tan suaves y fríos, tan dulces y adictivos.

Al separarse limpio las lágrimas cristalinas de su piel blanca y así ambos sonrieron.

-Siempre te cuidare mi niño de cristal-