Locura de Dos.

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Dedicado a Toxic_WMK

A

lzo la mano una chica en medio de aquel lugar, lleno de luces de neón y la música al tope... Fue un milagro que el rubio haya escuchado el grito de la chica con aquel ambiente ruidoso.

Bae era un modelo de ascendencia coreana y aunque su carrera apenas iniciaba ya había ganado fama, su carisma y atractivo físico tan peculiar como un rubio natural y ojos verdes lo llevaron a modelar en un evento importante y después de aquel éxito él y sus amigos decidieron festejar.

La noche paso, todos bebían animados aunque cierto rubio tan sólo miraba con diversión y algo de incomodidad, el lugar le estaba agobiando por lo que después de unos minutos salió del establecimiento.

Tomó aire y exhaló pesado, tosió constantemente al haber respirado el humo de un cigarrillo. Miró a todos lados encontrándose con la penetrante mirada azul de un pelinegro que recargado en la pared y vestido con el típico uniforme de un bartender fumaba un cigarrillo.

-lo siento-
Sonrió burlón el hombre dándole algunos golpesitos al cigarrillo.

-no te preocupes -
Bae aparto rápidamente la mirada, aquéllos ojos le ponían nervioso, como si vieran atravez de él descubriendo todos de él, le hacían sentir expuesto y frágil.

Ambos se quedaron en silencio, tan sólo se podía escuchar las gotas de lluvia caer al suelo creando un ambiente más relajado para el asiático.

La época de lluvias había llegado hace unos días y lo único que se veía eran los reflejos de las luces en el suelo.
Un derrapon alertó a ambos, el motor de una moto se podía escuchar a varias cuadras de distancia... Bae se paralizó al ser iluminado por la luz de la motocicleta, sentía el ventanal en su espalda de la cafetería que estaba a un lado del antro, fría y húmeda. Tembló y cerro sus ojos mientras la moto caía y se derrapaba por el suelo directo a Bae.

Dom Dom

Dom Dom
(Sonido prron de latidos)

El castaño palpó el suelo, humedeciendo sus manos.

Observó a su alrededor.

El cristal se rompió con total facilidad ante el choque de la motocicleta la cual término dentro del local vacío.

Los cristales callejón sobre el rubio con tanta fuerza que algunos llegaron a cortar su rostro.

El pelinegro le había salvado, ambos cayeron al suelo momentos antes de que la moto lo arrollará, cayendo con tal brusquedad que el menor golpeo su cabeza contra el suelo.

Ambos se intentaron levantar mientras el agua en el suelo se tenía de rojo, las manos de ambos heridas por los cristales que causaban un enorme ardor.

Bae cayó al suelo por segunda vez... Sus manos no eran lo único herido, un raspón en su cabeza dolía y le daba vueltas.

[. . .]

Un par de días habían pasado.
Las lluvias no daban descanso.

Bae descansaba, recostado en el sofá de su casa mientras miraba televisión y comía cereal. Las palmas de sus manos tenían curitas con diseños adorables así como un pedazo cuadrado de venda y algodón que cubría la única herida que había necesitado ser cosida.

En su frente se podía notar el raspón rojizo y púrpura que le había dejado K.O aquella noche y aunque su mirada estaba en la tv su mente sólo tenía a alguien en mente... Aquel chico de penetrante mirada que le había salvado.

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⏰ Last updated: Apr 22, 2020 ⏰

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