•Fragile•

Locura de Dos.

Su tía y amigos le habían dicho que había salido ileso y que no debía preocuparse por él... Pero Bae quería agradecerle en persona.

Al llegar la noche se colocó un gorro rosa con dos poquitos a cada lado que simulaban ser orejas de gato, tan sólo para ocultar el feo raspón en su frente, las demás cortadas las oculto perfectamente con maquillaje.

Camino al antro con miedo... Sentia su cuerpo temblar y pegaba saltos cada que escuchaba el sonido de algun motor acercarse y pasar por la calle, no entendia muy bien el por que... Antes de salir no se sentía asustado. Se abrazaba con nervios.

Al llegar a donde suponía el chico trabajaba entro y después de platicar con otro bartender, se entero que aquel hombre se llamaba Jonathan y que por aquel accidente le habían dado unos días de descanso.

Se sentía frustrado y casi le suplicó al chico para que le diera su dirección o número.

-sólo te daré el número-
Sonrió y regreso a casa victorioso.

*Jhon fue agregado a tus contactos*

Numero desconocido:
-Hola.

Jhon:
–¿Hola?

Número desconocido:
-Soy el chico de aquella noche.
-Esperó que estés bien.

Visto.

*Chino fue agregado a tus contactos*

*Llamada entrante de Jhon*

-hola?-
Jhon esperó a una respuesta.
-¿hol-

-Hola!!-
Gritaron al otro lado de la línea.
-lo siento... Yo... Te busque en tu trabajo... Pero me dijeron que no estabas-
Paro unos segundos y tomó aire.
-quería agradecerte... Salvaste mi vida aquella noche-

Un silencio abrumó al rubio, ni siquiera podía escuchar la respiración del otro y cuando comenzó a ponerse más nervioso al fin habló.

-no debes agradecer... También me alegra que estés bien, te desmayaste después de la caída... ¿Estas bien?-
Sonrió el pelinegro, leve y alegre.

-si, sólo fueron unos cortes y el chichon ya desapareció... ¿Y tu?-

El pelinegro miró su mano libre, al igual que Bae, él también estaba lleno de curitas de color normal así como algunas cortadas en un costado de su rostro y un raspón en la rodilla.

-todo bien...-
Fue lo único que respondió.

Un pequeño silencio incómodo apareció asta que Jhon habló de nuevo.

-oi a tus amigos decirte Bae... ¿Asi te llamas?-

El rubio sonrió y asintió... Aunque rápidamente se dio cuenta de su error.

-ah! Si, si si! Me llamó Bae, Young Soo Bae-
Reaccionó rápido y exaltado sintiéndose tonto, escuchó una risa del otro lado de la línea y se avergonzó... Habia notado su reacción.

-mmm... Yo... Sabes, crei que podría invitarte algo, como agradecimiento por lo de la otra vez...-
Jugó con sus dedos inquieto mientras sostenía el teléfono entre su oreja y hombro.

-¿a si? Y... Que será?-
El pelinegro se acomodo en el  sofá.

-pues... ¿Te gustan los postres?-

Al día siguiente ambos se quedaron de ver en una cafetería, al inició para Bae parecía una buena idea. Se había vestido con algo casual, y con entusiasmo salió... Pero al pisar la calle trago grueso... Su cuerpo se paralizó y tembló.