Haughty and affectionate

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Desde que tiene uso de razón ha vivido en libertad, corriendo a todos lados con su manada, aprendiendo de su padre como guiarla, viendo que su madre no es precisamente una loba, al menos no como el resto de la manada; más delicada, pequeña, incluso su color es diferente al del resto.

La veía especial, quizás por ser su madre, pero lo que vino en consecuencia, es las ganas de tener una hembra diferente a las comunes entre manadas. Una imitación a su padre y así mismo, una herencia de sus gustos. Deseaba algo igual: Una hembra peculiar, que fuese bonita, pequeña. Simplemente algo totalmente distinto a lo que cualquiera de su manada tendrá o aspira siquiera. Al crecer y acercarse el momento en que debe escoger compañera se sintió un tanto molesto, pues ninguna en su manada lo atraía de la forma que debería.

Escucha casi por accidente, que su madre fue una mascota humana, de esos que no tenían nada mejor que hacer a mover sus colas por un humano inútil. Lo considera patético, muy patético e incluso odioso. Sin embargo, esto explica porque ella es diferente y da el mejor rasgo de lo que buscaba... un perro doméstico. Débil, poco instinto, necesidad de protección. Sí, es exactamente lo que quiere, el problema llega cuando en una jugada atrevida acaba metido en una de esas horribles trampas para animales salvajes.

Es llevado de un lado a otro por humanos, alejado con creces de su manada y finalizando en ese bosque de extraños elementos por los que habitan los humanos. Su pata herida sana y tuvo toda la intención de escaparse a como diera lugar, su perrunidad necesita mayor libertad y clase que la ofrecida en esa jaula maloliente rodeada de perros y gatos escandalosos aguardando un amo.

Es Francesco por el amor de dios, mataría a todos ahí para tener una buena comida y silencio.

En uno de esos días aparece la humana más extraña a su parecer, pues a poco o nulo instinto de supervivencia no se aleja cuando le gruñe y rasguña, por el contrario, parece más entusiasmada en sacarlo de ahí para llevarlo y convertirlo en esa subespecie perruna de caseros. Seria sincero, si se comenzó a comportar con ella es porque portaba un aroma muy extraño...

Más bien tentador.

No está seguro de si es una hembra específicamente, pero debe estar muy cerca de la humana si su olor se encuentra impregnado en cada centímetro de ella. Con la curiosidad a flote decide colaborar, logra que pusiera uno de esos incómodos collares alrededor de su cuello y le sacara del maldito calabozo de una santa vez. Pudo haberse escapado de ella, tiene la suficiente fuerza para hacerlo. La curiosidad acaba siendo más fuerte que su molestia a los humanos.

Lo demás ya lo saben, llegar a esa casa donde la pequeña "princesa" habita. Sinceramente creyó que era hembra en un principio por lo que su aroma dictaba, pero es medianamente claro que es un macho. Uno adorable hasta niveles espantosos.

Es la fuente del olor que lo había llevado a permanecer quieto, le gusta el aroma, como luce, su actitud a pesar de volverse exasperante por momentos ¿Para que irse solo? Si lo hace se lo va a llevar con él. Sin duda su princesa necesita protección y un macho que lo cuide, quien mejor que él como un alfa para hacerlo.

Claro, no cuenta con lo distinto que puede ser el cortejo a un perro casero, tampoco la afinidad que son capaces de crear con sus dueños ni mucho menos que ha llegado a ser hiriente; es frágil, más de lo que pensó y en un sentido que había llegado a pasar por alto. Esto no hace más que avivar su ánimo, tomándolo con mayor seriedad y a pecho.

Ya ha decidido que será su "hembra", así que adecuarse a su vida y forma para tenerlo de compañías hasta la muerte no supondría una tragedia. Acierta en ese detalle, moviendo la cola a cada sonrisa en respuesta a sus regalos y el permiso a acercamiento. Francesco puede decir que incluso Lightning sabe que es su "hembra", o mejor dicho, "Amore"

Fluffy and Lovely || FranQueenWhere stories live. Discover now