—De verdad lo siento—Se me adelanto—creí que era lo mejor, Becky— asentí aceptando su disculpa. Le sonreí y tome su mano.

—Está bien, ahora necesitamos ir a clases.

Ella sonrió débil y nos fuimos.


<<Creo que un Viernes lindo va a ser imposible>>




En clases me la pase concentrada en todo el tiempo en lo que había pasado, claro que iba a descubrir que paso con todo esto, no sucede una pelea sin motivo nuca. Y según dijo Marcus, el motivo fui yo.

Lo peor era que la señorita Crow con su clase de química, iones y cationes, los odiaba. Pero al fin las clases terminaron y yo salí corriendo a la enfermería. Encontré a Gloria quien pareció alegrarse de verme, Pregunte por Rick y de inmediato me dejo verlo.

Él estaba sentado en la camilla con un parche de color blanco en su mejilla, la nariz esta vez estaba con dos tubitos tapando sus vías respiratorias haciendo que respirara por la boca y de vez en cuando hacia muecas de dolor. Su ojo derecho estaba algo morado ahora, pero estoy segura de que eso era lo menos grave que tenía.

—De acuerdo, quiero que me digas que es lo que paso—interrogue de inmediato mientras me ponía al frente de él. Ni siquiera me tome tiempo para saludar, pero él no se quejó.

Rick levanto la cabeza y me fulmino con la mirada.

—Contigo es con menos quiero hablar—dijo con desprecio y coloco una mano en su costado izquierdo algo adolorido. Rodando los ojos, me acerque a la camilla donde se encontraba.

—Te peleaste con Dylan.

—Tengo que admitir que tu novio tiene un buen derechazo.

—No es mi novio.

—¡Chistosaaaa! —se burló de mi sin ninguna pizca de gracia—Claro que es tu maldito novio porque si no, no me hubiera dicho lo que me dijo.

Mi cuerpo se llenó de curiosidad.

—¿Y qué es eso que dijo? —solté cruzándome de brazos, tratando de hacer la mirada más insistente que pude.


<<Ahora estoy en mi papel de detective>>

—¿Qué?— frunció el ceño hacia mí con una cucharada de asombro y broma—Pensé que tú te habías quejado con él, Beca.

—¿Quejarme? —susurre más para mí que para él.

—¡Si!... —un suspiro agotador salió de entre sus labios—mira ahora estoy muy cansado, Beca...

—¿Beca?, ¿Ya no soy Pancha, Galilea o Biscocho?

Él levanto la vista y me volvió a fulminar, luego vio que de verdad yo no sabía nada de lo que me decía.

—Que tu noviecito guapetón te lo diga. No estoy para entrevistas. —y se quejó de nuevo de su costado izquierdo.

—No es mi n.o.v.i.o—le reclame—Y bueno, me voy.

—Aja.

Cuando vi que de verdad Rick no tenía ni ánimos para contestarme. Salí de la habitación despidiéndome de Gloria.

Y camine hacia mi muerte. La oficina de papá...

Tal vez mi padre me diría que es lo que paso, aunque estoy 100% segura de que me regañara por lo de Dylan o tal vez me dirá que me aleje de él como me trato de decir toda la semana.

—¡Becky!

Supe que era Gabriela por la forma en que sonaban los tacones contra el suelo, no era nada especial, solo un par de pasos rápidos y elegantes. Al girar a vera me la encontré con una grande sonrisa.

—¿Si? —pregunte haciendo el mismo gesto pero no tan entusiasta. Ella se detuvo en frente de mí.

—Que escandalo el de hoy, ¿no?

Asentí apretando labio con labio de una forma inocente.

—Estoy segura de que si y también de que habrá más rumores que ayer—meció su peso hacia su cadera del lado derecho, aunque su comentario no me hizo verle el propósito. No supe que contestar más que un arqueo de cejas—Si...¡Oye tengo una idea! —se rio de una forma extraña—¿Qué tal si...mañana o pasado, vamos de compras y...—le corte.

—No se ir de compras, Gaby. Normalmente me regalan mi ropa— reí avergonzada. Era verdad, he ido de compras con mamá pero ella escoge todo o solo veo como se asombra por los precios, pero toda mi ropa, al menos la mitad, es: cumpleaños, navidad, y Reyes magos. El don de escoger algo como la ropa, no es lo mio.

—Eso no es problema—dijo entre dientes cuando Ashley pasó a un lado de nosotras y la miraba con una sonrisa, después a mí. Sigo preguntándome si Gabriela será molestada por la rubia como yo, porque, digo, ella siempre suele estar incomoda cuando Ashley pasa o esta cerca.

—¿Te pasa algo con ella? —pregunte y Gaby se giró de verme rápidamente con ese par de ojos azules muy abiertos.

—No no no...

—Porque si no yo lo arreglo—levante los puños y ella rio al igual que yo—Después de todo me debe una.

—Si... ¿sí o no? — dijo retomando la pregunta de las compras.

—Hum...si, claro, porque no.


—¡Nice! —chillo aplaudiendo un par de veces. Después meneo su cabello y dijo—Nos vemos hasta entonces—y se fue con una sonrisa.

—Hasta entonces... —susurre extrañada.

El estómago se me revolvió cuando recordé lo que iba a hacer y fui trotando a la oficina de mi padre. Era enfrentarlo ahora o nunca.


Dios me bendiga...


Intocable ➳ DO'B©Where stories live. Discover now