ix. wheel inside the wheel

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—Jackson, no te obligaría a casarte conmigo sin amor —expreso —. Mucho menos a sabiendas de que tienes sentimientos hacía mi hermana —aseguró. Tomó una inhalación, ya tenía suficientes problemas con el pensamiento de las emociones que le producía el padre de su sobrina, la familia no tenía porque ser más extraña que eso —. Es una promesa vieja, además, ahora necesitamos unir a la manada. Todavía hay lobos que no confían en lo que les prometemos, y Esther aún maneja una gran cantidad de ellos. Creo que sería sabio ofrecerles algo más que la unión de una vieja promesa. —expresó la idea que había estado tratando de concretar en su cabeza. Jackson la miró con intriga a medida que Alexandra se detenía en camino.

—¿A qué te refieres?

—Deberíamos ofrecerles una razón para que regresen a la manada —prosiguió —. Creo que Hayley y tu deberían unirse en matrimonio. —agregó. Jackson abrió un poco los ojos, jamás se imaginó que esa fuera la propuesta, su mente de inmediato desembocó en el hecho de que Hayley no lo veía ni por escasos minutos de la misma manera que veía a Elijah Mikaelson. Alexandra sabía que aquella propuesta era terrible por el hecho de que sabía lo que todos, la relación implícita que tenían Elijah y Hayley.

—¿Es eso si quiera posible? —cuestionó. Jamás había escuchado algo sobre eso, su información sobre el tema establecía que los Alfas solo podían casarse con otros Alfas. En su opinión creía que jamás había escuchado algo de esa magnitud.

—Nathaniel fue quien llegó a mi con esta idea días después de que empezamos a reunir a la manada —recordó. Jackson estaba levemente sorprendido, sin embargo, sabía que desde aquel día en el cual Alexandra conoció las verdaderas intenciones de Nathaniel, ella trataba de nombrarlo lo menos posible —. Él hizo una investigación al respecto, fue cuando me contó sobre el ritual de unificación, este no expresa que los Alfas tengan que casarse con otros Alfas específicamente —explicó —. Sin embargo, no creí que esto fuera cierto hasta que me entregaste el libro de Ansel dos días atrás —expresó. La idea de que aquello fuese posible lo llenó de sentimientos encontrados —. Hayley y yo estuvimos de acuerdo en proponerte esta idea, ustedes contraerían matrimonio en orden para que ella nos ceda la posibilidad de manejar nuestra transformación.

Jackson le había dado la espalda a Alexandra, la misma se sentía un poco mal. Porque ciertamente saldría de esa promesa del matrimonio, pero su hermana entraría de la misma forma que ella se encontraba. Sin ningún sentimiento romántico hacía el hombre lobo. Eso no era justo, pero en ese momento, ella sabía bien que no había cabida para los sentimientos de nadie. Como había dicho semanas atrás. La manada necesitaba a sus reyes.

—Es un gran plan —habló después de un gran silencio. Alexandra exhaló —. Les estaríamos ofreciendo algo casi imposible. —se volteó hacía la mujer lobo —¿Cómo lograrían adquirirlo?

—Según el diario de Ansel. Los lobos presentes en la ceremonia recibirían el poder la unión, no es algo muy difícil de hacer. Solo falta que... —se detuvo unos segundos —. Que estés de acuerdo. —finalizó. Jackson se quedó pensativo por unos segundos, después entreabrió los labios, no obstante, el celular de Alexandra lo hizo cerrarlos de nuevo.

El Alfa lo sacó de su cazadora para colocarlo en su oído. —Soy yo, estoy en la huida. Esther nos encontró, apenas pude huir de los malditos estorninos —habló con rapidez. Alexandra alzó la mirada hacía Jackson para seguido alejarse del hombre lobo a lo que él asintió al respecto. En aquel momento, la mujer lobo sintió como el suelo bajó sus pies desapareció, lo que más temía fue lo que se cumplió.

—¿Qué has dicho?




² 𝐖𝐈𝐂𝐊𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Where stories live. Discover now