Supuso que no eran situaciones normales. 

Lo cual lo dejaba con una única y dolorosa opción: Harry si gustaba de la pelirroja, y mucho, por lo visto.

Draco se sentía la mierda más grande de todo el puto Hogwarts. ¿Qué había hecho? ¿Por qué siempre tenía que arruinar cada cosa buena que le pasaba? ¿Qué diría Harry si se enterara?

Se pasó las manos por el cabello.

Piensa. Piensa. Piensa.

La había jodido (como siempre), y esta vez la jodió buena. ¿Qué se supone que tenía que hacer ahora?

Okey, está bien, la opción más simple sería simplemente confesarlo todo....yyyy no, Draco no iba a hacer eso, no. Si le decía a Potter que había sido mentira entonces él le preguntaría la razón oculta detrás de todo aquello, y a Draco ya no le quedaban más cartas que jugar. Si el moreno empezaba a tener hasta la más mínima sospecha de que tal vez su mejor amigo estaba enamorado de él (y no de la chica Weasley), fácilmente podría conectar todos los cabos sueltos y descubrirlo. 

Y si Harry lo descubría y decidía odiarlo...no estaba seguro de poder soportarlo. Después de su madre, Harry era la persona más importante que tenía, y ahora que ya no era aceptado en la Mansión Malfoy, si Harry lo odiara y terminara por convencer a los Weasley de también hacerlo, Draco no tendría un lugar en el que vivir (puesto a que hasta los padres de Pansy y Blaise renegaban de él). Draco no se quedaría a dormir en las calles...¡podría haber perdido el apellido Malfoy, pero no el honor!

Suspiró temblorosamente mientras caminaba en círculos en el baño de niñas del segundo. Éste no había sido visitado por alguien más en unos cuantos años y aquel último semestre Draco lo había tomado como una especie de guarida para desahogar sus penas.

Myrtle no aparecía por ningún lado (probablemente demasiado ocupada en uno de sus paseos por el drenaje del castillo)  y Draco realmente necesitaba de su compañía...aun si sus consejos no le fueran a servir de mucho.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dió cuenta del ruido que hacían unos pasos apresurados que se acercaban hacia su posición. O al menos no lo hizo hasta que tenía a la persona frente a él.

El ceño fruncido, las mejillas ligeramente coloradas por el enojo y la determinación plasmada en sus ojos.

Draco le devolvió la expresión irritada, porque ¿Qué mierda hacía Ginnevra Weasley en su escondite preferido y cuál era su maldito problema?

        "¿Qué le dijiste a Harry, Malfoy?" le exigió la pelirroja, claramente en un pobre intento de... ¿qué? ¿defender? (por favor, como si ella fuera tan importante) al moreno "No creas que no los ví hace un rato. Él te estaba preguntando algo y tú, como la sucia serpiente que eres, te escurriste como un cobarde. Pero yo sé que algo le dijiste. ¿Sabes que se tuvo que ir a media cena de lo alterado que estaba?"

Sí, Weasley, Draco tenía ojos y no era ni una octava parte de lo estúpida que eres tú. Obviamente se había dado cuenta. 

En vez de decirlo, simplemente le volteó los ojos y bufó como si ya no pudiera soportar un segundo más de tenerla en frente. La simple acción dió frutos cuando hizo a la pelirroja hervir de rabia, apretando su mandíbula y chirriando los dientes. Pudo sentir la magia irradiando de su cuerpo en débiles oleadas (después de todo, pocos magos eran tan poderosos como Potter como para irradiar cantidades sustanciales de magia. Así que el resto de los mortales se limitaban a liberar pequeñas descargas cuando sus emociones los sobrepasaban).

            "Weasley, ¿qué tu madre no te ha enseñado a cerrar la boca de vez en cuando? Hay cosas que claramente no te incumben, y esta (como todas las cosas que hable o haga con Harry), es una de ellas" su voz era fría y calculadora mientras le sonreía amenazadoramente "Lo que sea que creas que viste hace un rato es problema mío y de él, así que te agradecería si te pudieras ir largando de una vez, que, te repito, tú solo sobras en este asunto"

The King (Harco/Drarry songfic)Where stories live. Discover now