Mística Natural. Capítulo III: FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO

15 0 0
                                    

Unos golpes en la puerta despertaron a Luna.

—¿Estás dormida? —preguntó Cynthia al entrar a la habitación de su amiga.

—Ya no —replicó la joven frotándose los ojos.

—Son las doce del mediodía. ¡Levántate! El día está hermoso —Cynthia se dirigió a la ventana y corrió las cortinas.

Luna se levantó y fue al baño al tiempo que su amiga se acercó al reproductor de música y lo encendió, puso a sonar la banda favorita de ambas para luego acostarse en la cama a cantar. Inmediatamente Luna regresó.

—¿Dónde te encontrabas ayer? Te llamé por teléfono, pero no estabas en casa, y no me pude comunicar a tu celular —preguntó Cynthia.

Su amiga se sonrojó y le contó lo sucedido el día anterior. Cynthia la escuchó boquiabierta; al terminar la historia, comenzó a regañarla:

—¿Estás loca Luna? ¿Cómo se te ocurre quedarte dormida en la montaña? Has debido bajar inmediatamente si tenías sueño, mejor dicho, no has debido ir para allá. ¿No te acuerdas lo mal que lo has pasado? ¿Acaso no te interesa tu salud?

—No me regañes por favor. Estoy consciente de mi irresponsabilidad, fue un accidente; no planeé quedarme dormida y asustar a mi familia —replicó Luna avergonzada.

—Bueno, no lo volverás a hacer, ¿verdad? Entonces, olvidemos el pasado y disfrutemos el presente. ¿Cuáles son tus planes para el día de hoy?

—Quería ir a patinar al Boulevard de los Héroes, ¿me acompañas? —propuso Luna refiriéndose a la larga avenida donde se encontraba un gran monumento dedicado a personajes históricos del país.

Su amiga rio con ganas y le dijo sarcásticamente:

—Tienes graves problemas de memoria a corto plazo. ¿Tienes planeado ir a patinar después de lo ocurrido ayer? No creo que tengas las fuerzas y reflejos necesarios.

Luna sonrió, no lo había visto de la misma manera que Cynthia; se sentía tan fuerte y llena de energía; sabía que el día anterior se quedó dormida por la sensación de paz que la embargaba en ese momento, y lo relajada que estaba por haber practicado una buena sesión de Yoga después de tanto tiempo de cansancio y malas noches; pero también sabía que nadie iba a creer en su pronta mejoría; se encontró en mal estado por un periodo tan largo, que era inverosímil una recuperación tan inmediata.

—¿Qué propones entonces? —interrogó Luna a su amiga—. Quiero hacer alguna actividad interesante al aire libre; recibir sol y rodearme de naturaleza.

—¿Qué te parece si vamos a la interesante Feria Internacional del Libro? Está en el mismo lugar de todos los años: el Parque del Sol —propuso Cynthia.

—¿Ya inauguraron la Feria Internacional del Libro?

—¿No te acuerdas que la inauguraban ayer? Fui con mi familia y Oscar. Adornaron todo el parque con lucecitas blancas y antorchas, estaba espectacular; este año se lucieron de verdad.

—¿Por qué no me avisaste? —reprochó Luna irritada.

—Deberías volver al baño a limpiarte mejor los oídos —replicó su amiga burlonamente—, o deberías prestar más atención cuando te hablo; acabo de decirte que intenté comunicarme contigo ayer, ¿recuerdas?

Luna se mordió los labios y volvió a sonrojarse apenada. Cambió entonces el tema:

—¿Qué área del parque dispusieron para la exposición?

—Al norte del parque, junto al anfiteatro, ¿recuerdas esa área verde a la derecha, cerca de las palmeras? Ahí pusieron los stands, este año es más grande y variado —los ojos de su amiga brillaban de la emoción.

Mística Natural (PRIMEROS CAPÍTULOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora