01: La Fiesta

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Las diez de la mañana, era viernes y ya empezaba el fin de semana. Giovanni estaba en la cama, aún seguía durmiendo, hasta que el maldito despertador sonó. Él de mala manera se despertó y lanzó el despertado contra la pared, haciéndolo añicos. Se volvió acostar tumbado boca arriba, pasó sus manos por la cara y suspiró, miró el techo por unos segundos y se levantó. Fue al baño y cómo todo los días, encendió la llave de la ducha, se quitó el bóxer negro de Calvin Klein con letras doradas y se metió en ella. Giovanni era un ser despreciable, junto a su hermano Mariano. Ambos se dedicaban a toda clases de eventos ilegales, vendían a las mujeres bellas al mejor postor, aunque llevaban meses que eso no lo hacían. Ahora sólo hacen carreras ilegales, dónde muchas veces jóvenes que competían perdían la vida. Al igual que peleas ilegales, pero peleas hasta la muerte, ellos se llevaban muchísimo dinero haciendo todo eso.

Giovanni es un hombre mujeriego, cada vez que salía tenía una mujer nueva en su cama, o mejor dicho en un hotel. Luego de follarlas, las mandaba a la tomar por culo, no era hombre de compromisos, ni romance y mucho menos ser romántico. Nunca se ha enamorado, no sabe nada de eso. Al contrario que su hermano Mariano, él estaba casado con una mujer a la que ama con toda su alma. Su cuñada era una mujer, dulce y adorable. Mariano lleva casado 5 años, no habían tenido hijos todavía, pero si tenían planeado tenerlos.

Giovanni salió de la ducha, con una toalla enredada en su cintura, mostrando su torso fuerte y tatuado. Se lavó los dientes y salió de el, se fue directo al vestidor y escogió un pantalón vaquero color gris oscuro y camisa negra. Cuándo acabó, salió de la habitación y bajó las grandes escaleras de mármol de la mansión. Cuándo llegó abajo se encontró a su cuñada en el sofá con el ordenador.

Buorgiorno, cognata.—dijo Giovanni, acercándose a ella y dándole dos besos en la mejilla.

Buorgiorno, bambino. —respondió ella.

—¿Dónde está Mariano? —preguntó, curioso.

—Sigue durmiendo, ya sabes cómo es. — él sólo asiente y una chica del servicio se acercó a ellos.

—Buenos días, señor. ¿Desea desayunar? —le pregunto la chica.

—Un café cargado. —dijo serio, la chica asintió. —Mariano me ha dicho que quería salir está noche al club ¿por qué no te vienes? —le preguntó a su cuñada.

—No lo sé, me lo pensaré. —él solo sonrió, la sirvienta llegó son su café en una bandeja y se lo dejó en la mesa.

Giovanni cogió el café y fue al despacho, era un despacho amplio, con sofás individuales color negro de cuero en una esquina con una mesita de cristal pequeña, dónde había dos vasos y la bebida en un recipiente de cristal. Un escritorio de madera color negro, donde había papeles, el ordenador, Tablet, etc. Un mueble donde había libros para leer.
Giovanni se acercó al escritorio y se sentó, puso el café a un lado y se metió en el portátil.
Mirando los encargos de drogas y etc. La puerta fue abierta, miró y se encontró con su hermano mayor.

—¿Qué haces? —dijo Mariano cerrando la puerta.

—Mirando el ordenador. —respondió obvio Giovanni.

—Eso ya lo estoy viendo, me refiero a ¿qué buscas? —Giovanni dio la vuelta al ordenador, mostrando la pantalla a Mariano, éste asintió y volvió a girar el ordenador.

—¿Al final salimos está noche? — cambio de tema Giovanni.

—Si, he hablando con Stefano e iremos. —Giovanni asintió.

—Perfecto, necesito una mujer urgente. —dijo Giovanni a lo que su hermano rió.

Mariano sabía que Giovanni era un completo mujeriego, que su soltería la aprovechaba al máximo, que no le gustaba el compromiso, no estar atado a una sola mujer. La palabra "amor" no estaba en su vocabulario. Para él no existía esa palabra. Giovanni Aún no explica como su hermano cayó en los brazos del amor y el casamiento. Pero Giovanni veía a Mariano feliz junto a ella, era mafioso y su esposa lo amaba tal y como era.

El fruto de un asesino 1°saga los Miserables (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora