ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 15

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—¡Fue otro gran día! —exclamó Chanyeol quitándose el delantal—. Tengo sueño, me iré a dormir.

—Vamos contigo —lo siguieron Haechan y Yeri dando saltitos detrás de él.

—Bueno, voy despidiéndome de mi sueño —suspiró. Dirigió su mirada a sus demás compañeros y sonrió—. Don Ruidosos y yo nos vamos yendo. Nos vemos pronto.

—Yo también me voy —Jennie se colocó su abrigo—. Al menos pronto tendremos vacaciones... creo.

Justo cuando la mencionada estaba a punto de girar la perilla de la puerta, pareció recordar algo.

—¡Mi bolso! Esos niños dónde lo habrán  dejado —bufó—. Ya vengo —desapareció por la entrada a la cocina.

Seyeon rió, Yeri y Haechan eran un caos andante cuando estaban juntos. Mucha razón tenían al haberse apodado los pequeños demonios del grupo. Lamentablemente, eran tan adorables que ni el jefe podía enojarse con ellos.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando oyó a Soobin mencionar su nombre.

—Y Yeonnie, ¿cómo van las cosas con... Yeonjun?

Seyeon suspiró y le dio una pequeña y forzada sonrisa antes de contestar.

—Estamos teniendo problemas ahora mismo...

Si había alguna reacción que Seyeon esperaba, era unas palabras de apoyo por parte de su mejor amigo; algo que le dijera que todo estaría bien, como solía hacerlo cada vez que ella le contaba de sus preocupaciones. Es por ello que la sonrisa que se posó en el rostro contrario la dejó más que confundida, por lo que ni pudo percibir en qué momento el mayor había pasado un brazo alrededor de su hombro.

—Bueno, lo sabía. Nuestra Seyeonnie merecía algo mucho mejor, y él no se veía nada adecuado —asintió para sí mismo—. No estés triste, él es un idiota. Seguro pronto encontrarás algo mejor.

Seyeon se sintió incómoda por todo aquello que el mayor estaba diciendo y haciendo, y no pudo evitar sentir nervios y miedo cuando por primera vez en todo ese tiempo conociéndola, Soojin mostró molestia.

Molestia de verdad.

Apartó a Soobin en cuanto la mayor abandonó el lugar dando un portazo que resonó en el local. El chico se apresuró en perseguirla.

—¿Que te ocurre? —oyó a Soobin decir—. ¿Por qué actúas así?

—¡Es que tú no entiendes! —Seyeon se encogió en su sitio escuchando las voces de la pareja discutiendo al exterior—. Se está comenzando a hacer muy obvio y tú no lo entiendes, y eso me enoja.

—¿Puedes explicarte mejor?

—Más clara no pude ser. No, al revés. Más claro no puedes estar siendo, sino, recapacita tus acciones, ¡idiota!

Después de algunos minutos más de discusión, Seyeon vio cómo cada uno se dirigía por su propio camino.

La pareja perfecta a sus ojos se estaba desmoronando. Todo iba de mal en peor.

La calidez de los Choi vino a su mente y las ganas de querer llorar volvieron.

¿Qué haces cuando pierdes tu hogar?

—Ehmm... —volteó sorprendida y limpió sus lágrimas rápidamente al ver a Jennie con su bolso detrás de ella—. Lo encontré, estaba dentro de una de las ollas que no se usan... —dio un último suspiro antes de sonreírle a Seyeon y acercarse a ella—. ¿Vamos de compras? Solo nosotras dos, ¿qué dices?

La menor terminó por asentir, no había tenido muchas oportunidades de pasar tiempo únicamente con la "mamá" del grupo. Y sinceramente, Jennie era la única que podía darle aquel consejo materno que tanto necesitaba.

ᴾˡᵉᵃˢᵉ, ᶜᵘʳᵉ ᵐᵉ - ᶜʰᵒⁱ ʸᵉᵒⁿʲᵘⁿWhere stories live. Discover now