—me gusta, y será mío—finalicé esa pelea conmigo mismo y me levanté con rapidez de la silla de mi escritorio a cambiarme por algo más apto a la ocasión.
me puse de rodillas en la cama y pasé suavemente los dedos por mi miembro sintiendo lentamente cómo este reaccionaba a mis caricias, mierda, pensé, simplemente pensar en él se sentía jodidamente excitante y las ganas de masturbarme comenzaban, pero este era el día, me daría a notar a como diera lugar y definitivamente bang chan caería ante este omega, es decir, ¿quién se resistía a yang jeongin? absolutamente nadie. y demonios, para nada ese alfa sería la excepción a la regla.
tomé mi miembro firmemente comenzando a masturbarme y finalmente le di al botón de grabar en mi teléfono, los suaves y melosos gemidos no dejaban de salir de mi boca a medida que mi entrada comenzaba a humedecerse por el lubricante natural del cuáles gotas comenzaban a resbalar por mi trasero y seguidamente mis muslos, oh, dios santísimo, bang chan~ . gemí a propósito, tal cual otras veces manteniendo mi cabeza alzada.
cuando supe que estaba verdaderamente listo, lentamente guié mis dedos al anillo de músculos y dejé una suave caricia allí, un escalofrío me recorrió completamente y jugué conmigo mismo por unos segundos, tentándome y sabiendo que calentaría aún más al rubio, si es que llegaba a verlo, y me encargaría de eso.
suspiré con algo de fuerza cuando metí lentamente el primer dedo, donde empecé nuevamente con los pequeños gemidos con la sensibilidad que comenzaba a haber en todo mi cuerpo, deslicé suavemente mi otra mano por mi muslo hasta llegar a mi pecho y así acariciando uno de mis pezones. imaginar que el alfa de mis sueños estaba haciendo eso tenía a mi omega moviendo la cola como si fuera un perro.
con la mano temblando, corté la grabación y me dejé caer directo a la cama con la lengua fuera, había abusado demasiado de mi punto y ahí estaba, agotado y necesitando las caricias de mi alfa, cuáles obviamente no iba a conseguir, suspiré y estiré la mano más limpia a limpiarla con la sábana que luego cambiaría de todas formas, no deseaba ensuciar la pantalla del smartphone.
recorté el vídeo en las mejores partes y, sin pensarlo ni una sola vez, se lo mandé por mensaje privado vía instagram a bangchan, lo máximo que pudiera salir mal era que su novio lo viera, ahora, debería cambiar la cuenta y volver a mi vida normal, pero sabiendo que pude intentar que llegara a notarme.
