Mi Tormento Favorito©+18 [MCF#2]

C27

Me puse a preparar la presentación del reportaje para mañana cuando recibí un mensaje al celular, supe quién era ya que el sonido del tono personalizado era para una sola persona.

—¿Estás dormida?

Sonreí.

—No, estoy terminado la presentación de mañana mientras me como unos ricos macarrones.

—¿Son los que elegimos antes de que me fuera al aeropuerto?

—Sí, que por cierto están muy buenos. ¿Todavía no te duermes?

—Ojalá pudiera estar ahí para que me  compartieras unos cuantos. No, hice un desastre en la cocina, intenté cocinar una lasaña pero fue un horror, debo limpiarlo todo.

Me mandó una foto adjunta de la cocina en su departamento, había un montón de salsa de tomate tirado en el piso y pedazos de carne molida regada en el horno, no pude contenerme y rompí a reír.

—¡Wow! Te tomará toda la noche limpiar eso, jaja, ¿Por qué hacías lasaña a esta hora?

—Podrás creer que la había empezado a las nueve, llevo tres horas intentando seguir la receta de un libro de cocina, necesito más práctica.

—La lasaña es mi platillo favorito.

—Entonces con más razón debo seguir practicando para que me salga mejor, espero recibirte en mi departamento con una buena lasaña. Este lugar se siente realmente vacío, antes la soledad no parecía ser tan terrible pero ahora de verdad es insoportable, ¿Suena precipitado decir que te extraño? Qué más da, te extraño.

Sonreí más fuerte.

—Suenas como si nunca hubieras ligado en tu vida jajaja lo cual sabemos no es verdad.

—No estoy ligando a cualquier mujer, estoy ligando a la única mujer que amo, si pudiera tomar un avión a Chicago para demostrártelo, lo haría ahora, porque esa última noche en París no fue suficiente para mí.

—Volveremos, quisiera hacerlo.

—Lo haremos, recuerdas, nuestras iniciales en nuestro santuario.

—No es completamente nuestro jajaja pero es un buen lugar, incluso tiene flores, eso es lindo, si no fuera un lugar público.

—Bueno, buscaremos por todos los rincones de París alguno que sea digno de nuestro amor, hay muchos lugares que debemos recorrer, creo que debo dejarte, debo recoger el desastre del tomate y todos mis utensilios.

—Te espera un largo trabajo jajaja, yo también debo terminar esto, ¿Te parece si mañana hablamos por skype? Es una buena forma de comunicarnos y así te vería.

—Estoy feliz de que lo hayas propuesto, claro que sí, mañana saliendo de la oficina te llamaré, no podría perderme la oportunidad de verte aunque sea por computadora. Duerme bien, suerte con la presentación de mañana.

—Gracias, me hará falta aunque sé que es un trabajo bien hecho y decente. Descansa también, mañana nos vemos.

—Te extraño, Amber.

Sonreí tan fuerte que las mejillas se me entumecieron, no podía ignorar los latidos de mi corazón, retumbándome en los oídos.

—Te extraño, Evan.

Dejé el celular en la cama y me recosté, hundí mi rostro sonriente en la almohada por solo unos segundos, no debía dejar que me dominara del todo este sentimiento pues la última vez que lo hice sufrí las consecuencias de un dolor y un sufrimiento del que todavía me recuperaba; todavía me costaba confiar un poco en Evan así que no debía entregarme del todo a este nuevo viejo amor.