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13 años después:

-Buenos días  joven Nueva España- dijo un mayordomo mientras entraba a despertar al mencionado

-Buenos días Charles

-Hoy es su cumpleaños número 18 joven amo, ¿estará con su padre este año? -dijo el mayordomo sacando ropa de unos de los cajones del tricolor

-No lo sé Charles, mi padre ya nunca está conmigo, le preocupan más las finanzas del reino que su propio hijo -dijo deprimido

-No diga eso joven Nueva España, tal vez tenga razones- dijo el mayordomo dejando la ropa en la cama del menor

-Siempre los las mismas excusas cada año, desde que murió mamá, mi padre ya no es el mismo, ha cambiado...

-Lo se joven amo- se sentó a un lado del menor -Pero eso no significa que lo siga queriendo, el aún lo ama, solo que, no lo demuestra mucho

-Me gustaría que mamá siguiera aquí...- dijo deprimido

-El señor Azteca era una buena persona, a él le gustaría que festejara su cumpleaños con su padre

-Lo se Charles, bueno, es mejor comenzar el día con alegría, como decía mamá

-Esa es la actitud joven amo, ahora, si me disculpa, iré a ver como van las sirvientas- dio media vuelta y salió de la habitación no sin antes darle una sonrisa el menor

-Bueno, ahora, necesito vestirme- tomó la ropa que el mayordomo había dejado en su cama y se la puso de inmediato

Salió de su habitación para ir a buscar a su padre, que probablemente estaría haciendo trabajo de campo en la sala de juntas del virrey, eso le daba tiempo para divagar por su enorme casa, estuvo caminando por toda la casa, algunas veces paraba para ver los cuadros donde se encontraba su madre, y aveces paraba a entablar conversación con las criadas, lo cual era muy fácil, por que le hablaba a todas y les había tomado mucho cariño, luego salió al enorme patio trasero, podía respirar tranquilad, llenó sus pulmones con aire puro y se sentó en el suelo, empezó a "dibujar" círculos en el césped con su dedo, se quedó en el jardín por horas, hasta que una voz lo llamó desde la mansión:

-¡Joven México, su padre ya llegó!

-¡Ya voy!- se levantó de inmediato, se sacudió un poco la tierra y corrió dentro

-Gracias por avisarme Amaya

-No hay de que, ¡oh!, y creo que trae un regalo para usted

-¿Regalo?, ¿para mi?, mi padre no me había dado un regalo desde los 9

-Vamos apresúrese, no quiere impacientar a su padre- dijo la sirvienta mientras le daba pequeños empujonsitos al menor, este corrió rápidamente a recibir a su padre

El tricolor estaba muy emocionado, se podía notar en su sonrisa,  los mayordomos abrieron la enorme puerta y apareció su padre, este abrazó al menor y le alborotó un poco el cabello, aunque, no veía ningún regalo, las manos del español estaban vacías, este le dio una señal para que fuera con él:

-Hijo, bueno, me dieron el día en mi trabajo, así que podemos pasar todo un día juntos, ¿que te parece?

-Pues...- se llevó la mano a la nuca, desviando la mirada hacía el suelo -Me parece bien, digo, que mejor regalo que estar con mi padre ¿no es así? -en su tono de voz se podía escuchar decepción, pero no quería demostrarla 

Amor pasajero [Russmex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora