Valentina: no sé, el síndico quiere verme ahora mismo, no quiero ir sin José Miguel, quedamos en que no saldría sola.

Alonso: si es urgente es mejor que no esperes, si quieres yo te acompaño y en el camino le llamas para que se vean allá.

Valentina: si, es buena idea, voy por mi bolsa.

Alonso: te espero en la entrada.

Martina gritaba desesperada desde su celda que quería hacer una llamada pero los guardias se lo negaron pues ese derecho ya había sido concedido.

Analia intentó armarse de valor para enfrentar de nuevo cara a cara a Valentina.

Camino a sindicatura Valentina logró contactar a José Miguel quien prometió llegar pronto a su encuentro.

Alonso y Valentina entraron y se cruzaron con el Síndico.

Valentina: señor Sindico, que puede ser tan importante para que requiera de mi presencia tan urgente?

Síndico: vamos a mi oficina.

Alonso: estaré con ella hasta que su esposo llegue.

Síndico: bien, síganme.

Después de tomar asiento el Síndico le explicó a Valentina lo que sucedía.

Síndico: hace unos minutos me llegó una orden de arresto contra Martina por intento de homicidio y robo en el estado en el que se encontraba hasta hace algunas semanas laborando, a eso se le sumara tentativa de homicidio en su contra y las pruebas respectivas así como las declaraciones de un testigo, que de hecho quiere hablar con usted.

Valentina: conmigo?

Síndico: por favor traigan el testigo.

Analia aguardaba en otra sala, rezando para tener la fortaleza de hablar.

La puerta se abrió, Valentina y Alonso se dieron la vuelta al mismo tiempo.

Valentina se puso de pie.

Valentina: tú?

Alonso: qué clase de juego es este Analia?

Analia: solo quise cumplir con mi deber.

Alonso: eso debiste hacerlo hace mucho.

Valentina: de que se trata todo esto señor Sindico?

Síndico: La Doctora declaró que la detenida la buscó hace unas semanas para acercase a su familia, sabía que sus intenciones no eran nada buenas.

Valentina: pero sin embargo calló.

Analia: y estoy arrepentida de verdad, sé que si hubiera hablado le habría ahorrado el mar rato que le hizo pasar hace poco, pero yo quería investigar sobre sus planes para advertirle.

Alonso: pero no lo hiciste.

Analia: Martina me involucró demasiado, hasta me dio dinero.

Valentina: que aceptaste sin dudarlo.

Analia: no lo hice por ambición, sólo quería seguirle la corriente para poder decirle todo a usted pero el miedo se apoderó de mí.

Alonso: como pudo el miedo ser más fuerte que la lealtad a Valentina? ella no te ha hecho nada para que le faltes de esa manera.

Analia: lo sé, por eso mismo decidí hablar a las autoridades, también les entregué el dinero que ella me dio como pago por ayudarla en sus planes.

Alonso: eso no quita que la pusiste en peligro, has pensado acaso que lo hubieras evitado si el miedo no te hubiera paralizado?

Valentina: Ya Alonso déjala... Analia te abrí las puertas de mi casa creía en ti, me fallaste por celos por miedo por lo que sea, me fallaste.

Analia: de verdad, lo siento, perdóneme.

Valentina: no me gusta tener rencores, porque no traen nada bueno, te di una oportunidad para no prescindir de tus servicios y la arruinaste, queda decirte que te pagaré conforme a la ley pero no esperes que este gesto de declarar cambie las cosas, no te quiero volver a ver ni mucho menos permitiré que pises la hacienda.

Analia: lo entiendo, no se preocupe.

Un policía entró.

Policía: señor Sindico la maestra no deja de gritar en los amparos exige que su abogado y su amiga Analia vayan a verla.

Alonso y Valentina voltearon a verla algo preocupados.

Analia: le hice creer que la ayudaría para traer las pruebas del hotel.

Síndico: eso es cierto, iré a ver que quiere.

Valentina: señor Síndico que procede en este caso?

Síndico: con su declaración y la de la otra víctima ya se establece el caso para posteriormente llevarla a juicio, a la ciudad de Pachuca, pero primero ella debe apoyarse de un abogado, permiso.

Cuando el Síndico salió de su oficina se cruzó con José Miguel y lo puso al tanto de la situación brevemente.

Analia: sólo espero que Martina pague por todo el daño que ha causado; perdónenme por mi cobardía... Alonso, a ti te faltó ser más sincero.

Alonso: porque lo dices?

Analia: me enamoraste cuando aún no olvidas a Valentina.

José Miguel: es eso cierto Alonso?

Martina: necesito mi abogado.. en donde está Analia?

Síndico: cálmese maestra, si me da el número de su abogado lo localizaré de inmediato.

Martina: necesito a Analia, ella va a traerme uno.

Síndico: dudo mucho que lo haga, la doctora declaró y no precisamente a su favor.

Martina: que está diciendo?

Síndico: que es mejor que se busque un abogado, si tiene uno conocido yo puedo comunicarme con el de lo contrario se le proporcionará uno de oficio.

Martina: que dijo esa traidora? dígame.. Que dijo?

Síndico: cuando se calme y quiera contactar su abogado me manda a avisar, permiso.

Martina: no se van a salir con la suya, así tenga que comprar cientos de abogados voy a conseguir mi libertad y acabaré con Valentina Villalba!

José Miguel: aún no me respondes Alonso.

Alonso: José Miguel, siento ser ta franco pero la verdad es que aún no dejo de amar a Valentina, pero no tienes de qué preocuparte, desde que ustedes se casaron dejé de  lado mi ideal de reconquistarla, respeto su matrimonio y me siento feliz de de contar con su amistad, Analia nunca te mentí, tu sabias de mis sentimientos por Valentina, intentamos construir algo juntos pero no funcionó, lo siento.

Analia:: fui una tonta por ilusionarme con un imposible, no sé cómo le haces Valentina para enamorarlos así, a veces entiendo el porqué del comportamiento de Martina hacia a ti.

Alonso: Analia!!

Analia: perdón, es mejor que me vaya.

José Miguel: estoy de acuerdo, tú presencia y la de tu amiga sólo nos han traído problemas.

Síndico: disculpen! acabo de hablar con el comandante principal de la región, solicita que Martina sea enviada pasado mañana a la prisión de Pachuca mientras se establece su condena.

CADA VEZ MÁS CERCA DEL FINAL🥺

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora