"Don Armando ¿puedo conversar con usted antes de que se vaya?" le pidió en voz baja apenas se acercó a ella, entonces Armando entendió que quería hablar a solas.

Asintió con la cabeza y se la llevó a un lugar apartado, lejos de los empleados y el cuartel.

"Estaría encantado Betty, dígame..."

"Alguna de ustedes, niñas, sería tan amable de explicar qué es lo que está pasando, porque es que no lo entiendo" Pidió Freddy, confundido.

"Shhh" le hizo todo el cuartel.

Betty aún no tenía claro que era lo que tenía que decirle, aunque tenía una idea. Obviamente no podía pedirle que se quedase, pues eso sería contradecirse, pero si podía hacer por él en honor a lo que le había pedido doña Marcela.

Al ver que no quedaba nadie del cuartel, Patricia se levantó de su escritorio y caminó a la sala de juntas, dónde suponía que debía estar Daniel Valencia.

"Daniel, me preguntaba si necesitabas algo" dijo con tono sugerente al entrar.

El accionista levantó la vista de los papeles que tenía sobre la mesa, y la miró con las cejas alzadas ¿Qué debía hacer con ella?

"Sí, puede ser" respondió con una sonrisa.

"Ah okey okey, que bien. Entonces dime, necesitas que te ayude a elaborar algún informe. Recuerda que yo tengo conocimientos financieros, que yo hice seis semestres de finanzas en la san marino. Yo fácilmente podría ser tu mano derecha en esta empresa. Claro, pues, que si me mejoras mis condiciones económicas"

Daniel frunció el ceño preguntándose que pasaba por la mente de Patricia, y por qué creía en esas cosas.

"¿Sabe qué sí, Patricia? me encantaría que fuera mi asistente, mi mano derecha" contestó siguiendo su juego.

"Ay verdad Daniel, yo sabía, seríamos un equipo maravilloso. Dime que necesitas"

Quería ver hasta dónde podía llegar con tal de conseguir dinero, aunque estaba seguro de que ella no podía sorprenderlo más.

"Sexo" respondió aguantándose la risa al ver a la peliteñida fruncir el ceño.

Armando llevó a Betty a un lugar apartado del bullicio y esperó unos segundos para que comenzara a hablar pero como se tardó, decidió hablar él.

"Mire, nunca tuve el tiempo de pedirle perdón lo suficiente. Yo lamento todo el daño que le hice, de verdad, usted no se lo merecía pero para nada" le dijo en tono calmado y angustiado.

"Yo ya lo perdoné, doctor." Respondió recordando su viaje a cartagena "Lo perdoné una tarde frente al mar y lo he perdonado una y mil veces. Todos los seres humanos nos equivocamos, cometemos errores, en esa medida el perdón existe, yo también me equivoqué doctor y pagué muy duro. Cuando regresé a Bogotá estaba decidida a olvidarme de usted, porque tenía claro que todo había sido un juego" Armando negó con la cabeza mirándola con tristeza. "Pero... ahora sé que su amor por mí era sincero Doctor, ahora sé que usted realmente me padeció y que... todas las palabras que me dijo fueron ciertas y lo siento mucho Doctor pero yo no puedo" terminó de decir arreglando sus lentes con nerviosismo.

"¿qué es lo que no puede Beatriz?" Preguntó expectante.

En el fondo de su corazón, Armando guardaba la esperanza de que Betty siguiera amándolo. Así que en ese momento él esperaba que Betty dijera que lo amaba.

"Yo no puedo estar con usted porque ya no siento nada por usted" aunque lo quería, no era con la misma fuerza de antes. Ahora había otra persona en su corazón y ambos lo sabían. "Lo siento, Doctor"

Yo soy Betty, la fea; Betty × DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora