capítulo 13

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Capítulo 13. Remordimientos y recuerdos.

"¿Tú estabas conmigo por compromiso?" Marcela había quedado impactada ante tal confesión, Armando no hizo más que mirarla y a ella le costó unos segundos volver a hablar. "¿Sabes una cosa, Armando? Tú no viniste a terminar una relación, tú viniste a terminar conmigo ¿Por cuánto más tiempo me vas a humillar?"

Marcela rompió en llanto y se retiró a su habitación.

"Marcela... yo no vine a humillarte, no vine a eso." comentó aunque ella ya no podía escucharlo. Dio un suspiro pesado y fue en su búsqueda.

La encontró acurruda en una esquina de la cama, llorando. Caminó hacia ella y se acostó a su lado y continuó hablando aunque Marcela se rehusaba a escucharlo pero al final lo hizo. Armando, al contrario de lo que ella pensaba, no trataba de humillarla, trataba de contarle cómo había comenzado su relación desde su punto de vista. Quería contarle su historia de amor. Cuándo y por qué se enamoró de ella, también quería hablarle acerca de su recuerdo más preciado. Para que ella entendiera que él nunca quiso humillarla ni jugar con ella.

"... Mira para mi lo más importante, y siempre lo será fue el día en que me dijiste que me amabas por primera vez, en que me aceptaste, ese día lo voy a guardar en mi corazón por el resto que me quede de existencia, Marcela, y es precisamente ese el recuerdo que yo no quiero romper."

"Lo estás rompiendo todo." Reprochó con tristeza.

"No, no, estoy tratando de poner todo en su sitio, Marcela. Estoy tratando de que tú entiendas que ni esto es un juego, ni que es una mentira, estoy tratando de rescatar los momentos sagrados, los momentos felices, te estoy diciendo que yo te amé, que te amé profundamente y que también en algún momento de nuestra vida ese amor no fue suficiente
para rescatarnos de lo cotidiano y de nuestros defectos." le acarició el brazo y dejó su mano ahí. Marcela cerró los ojos al sentir su tacto.

Armando le dijo que le constaba que ella era una mujer con capacidad de amar, que incluso amaba mejor que él, pero que había cometido un error.

"Lo que pasa es que te enamoraste de un espejismo, de un hombre lleno de defectos, de un hombre neurótico, furioso, irresponsable...Marcela, yo no te merecí nunca, tu eres una mujer bella, bellísima, una mujer que es capaz de ser fiel de acción y de pensamiento, una mujer que se merece a alguien mucho mejor que yo."

Marcela no quería reconocerlo, seguía empeñada en decirle que a pesar de todo lo que él le había hecho, lo amaba. No entendía que, al perdonarlo tantas veces, se hacía daño. Ella pensaba que Armando siempre volvería a ella, como volvió a ella cuando aún amaba a Beatriz, estaba segura de que si Armando terminaba con ella en ese momento, no importaba porque volvería, porque sabía que Marcela siempre estaría esperándolo.

"Eso no va a volver a pasar, porque yo no te voy a volver a hacer daño, y porque además jamás he dejado de amar a Betty".

"¿Estás terminando conmigo para que te deje el campo libre?"

Aunque fuera así, Marcela sabía que era casi imposible que Armando volviera con Beatriz y por dos razones, primero Beatriz no creía en Armando menos en que estuviese enamorado de ella y segundo, Daniel estaba muy empeñado en enamorar a Beatriz.

"Marcela, yo no estoy aquí por eso y tú lo sabes perfectamente, lo sabes más que nadie" dejó atrás sus pensamientos y volvió a Armando "Yo estoy aquí para salvarme, para limpiar mi vida, para expiar mis culpas y para no volver a hacerle daño a nadie jamás en la vida, por eso estoy aquí, para decirte que no te voy a volver a hacer daño Marcela." Susurró la última parte.

Marcela en um movimiento rápido se levantó y se sentó en la cama obligando a Armando a hacer lo mismo.

"¿Tú crees que dejándome no me vas a hacer daño?" Preguntó incrédula.

Yo soy Betty, la fea; Betty × DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora