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WE'RE ALL PRETTY BIZARRE, SOME BETTER HIDING IT THAN OTHERS!
NINGUNO PENSÓ QUE ESE DÍA tan esperado finalmente llegaría; su último último día de clases. Siete años viviendo en Hogwarts compartiendo memorias—si es que cuentan las canas verdes que le sacaron a Minerva como memorias—, y ya tendrían que irse. ¿Quién dice que el tiempo no vuela? Tenían tan solo unas pocas horas para pasársela bien con sus compañeros los cuales nombres no recordaban, para pasársela bien y hacer tanto desastre como pudieran. Oh, ¡El universo si que tuvo una buena risa ante eso último! Ya que termino siendo todo lo contrario. Estaban veinticuatro horas de por fin ser libres de la escuela, y se las pasarían de la peor manera que existía.
Detención.
Y sí, Sirius Black había puesto laxantes en la cena, James Potter le bajo los pantalones en media clase a Snape (Fue divertido, no pueden decir que no), Remus Lupin había sido encontrado con alcohol para la fiesta, Bowie Straford hizo que babosas salieran de la boca de un profesor, Gwen Fields...nadie sabía porque estaba ahí en realidad, y Basil Fawcett trato de saltarse clases ese día por ir a un concierto de las Weird Sisters. De igual manera, ¡Ninguno se merecía un castigo que durara todo el día! Sobre todo cuando era uno de los días más esperados por todos. Pero si le mirabas el lado bueno, no estaba tan mal compartir el sufrimiento con otras personas. Entre todos eran un príncipe, una hippie, una rara, un cerebro, un atleta, y un rebelde.
Oh genial, esto sería un desastre.
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