The Noble and Ancient house of Black

Alohomora

Nada más llegar a la sala común Casiopea se dirigió a los cuartos de las chicas en busca de Narcisa; las habitaciones de la chicas se encontraban tras la puerta que estaba a la derecha, cerca de la chimenea de la sala común. No hizo falta ir hasta su habitación ya que la bruja a la que buscaba se encontraba en uno de los sofás de la sala común junto a Malfoy.

-Cissy- Se acerco corriendo a ellos.

Casiopea llevaba los ojos y la cara roja por haber llorado, eso sumado al hecho de que llevaba tanto el pelo como el uniforme revuelto y desordenado hizo que Malfoy diera un brinco al verla y Narcisa se levantara inmediatamente pensando que algo la había pasado.

-Que ha ocurrido, alguien te ha hecho algo-

-No, que va Cissy- Contesto Casiopea mientras se soltaba de la mano de Rabastan que había estado entrelazada con la suya desde el momento en el que había parado de llorar -A mí no me ha pasado nada, tenemos que hablar a solas.

-Oh, si claro, vamos a mi cuarto- Dijo mientras rápidamente arrastraba a Casiopea y se despedía de Lucius. Casiopea consiguió decirle a Rabastan que luego hablaría con el antes de ser arrastrada a la habitación de Narcisa.

La habitación de Narcisa era espaciosa con una cama enorme en el medio, todo decorado en tonos verdes y plateados; el escritorio se encontraba pegado a la pared opuesta a la cama y a su lado una especie de saloncito con dos sillones y una mesita. Narcisa la indico uno de los sillones para sentarse, luego ella tomo asiento en el sillón restante.

-Y bien- Pregunto Narcisa con voz suave introduciendo el tema a tratar.

-Antes de que te diga nada, tienes que saber que no te puedes alterar y que Bella lo está intentando solucionar- Casiopea empezó a preparar el terreno para soltar la bomba.

-Sea lo que sea no puedes decir que no me altere seguido de Bella lo está solucionando, eso solo hace que me preocupe más- Dijo la rubia poniendo cara de susto.

-Andrómeda estaba morreándose con el Hufflepuff en un pasillo- Soltó la bomba Casiopea, inmediatamente vio como Narcisa perdía todo el color de la cara y la taza que sostenía en su mano callo salpicando el líquido de dentro.

-Ten cuidado- Grito Casiopea mientras limpiaba el líquido caliente de la mano de su prima con la varita -Espero que no te deje marca.

Narcisa se levantó de repente del sillón en el que se encontraba como saliendo de un trance -Donde están- Pregunto a Casiopea de forma agitada haciendo que la menor se asustara.

-No lo sé, lo último que he visto es como Bella la agarraba y se la llevaba para hablar con ella- Empezó a hablar con la voz entrecortada y los ojos cristalizados -Bella solo me ha dicho que te lo viniera a contar y que esperáramos las dos en la sala común, que luego hablaría con nosotras.

-Y si la mata a ella o al sangre sucia- Dijo Narcisa volviéndose a sentar como si toda la fuerza la hubiera abandonado.

-Bellatrix no mataría a Andrómeda, es su hermana- Dijo entre dientes frunciendo el ceño -En cuanto a la escoria... En fin, no creo que nadie le eche de menos.

-Es igual, tienes razón, esperemos.

Esperaron ahí durante dos horas sentadas en silencio y en tensión, lo único que se oía era la respiración acelerada de las dos brujas y el tintineo de las tazas de té al chocar con el platillo. Justo cuando Casiopea se impacientaba e iba a proponer salir a buscarlas la puerta se abrió de par en par y Bellatrix entro cabreada.

-Esa traidora ha estado saliendo con el sangre sucia por más de tres años- Dijo Bellatrix nada más entrar a la habitación -Ni siquiera me ha dado tiempo a enseñarle su lugar, después de confesar su error se ha zafado de mi agarre y ha salido corriendo con esa abominación que tiene de novio-Eso ultimo lo dijo entre dientes y solo Casiopea lo oyó al estar más cerca, las palabras de su prima la hicieron fruncir el ceño.