Capítulo 8

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"Chiquilla"

Por varios minutos mi mente dió vueltas y vueltas. ¿Qué debia contestarle a ese hombre? y ¿Por qué mierda conocía a Zulema?

—No estoy segura de conocerla... ¿le soy honesta?, conozco a mucha gente, de las cuales, no recuerdo ni el nombre —Solté— ¿Por qué la buscan?

El hombre largó un suspiro, vió la hora en su reloj y su mirada regreso a mí.

—¿Sabes dónde está? —Preguntó con su cero paciencia reflejada en el tono de su voz

—Sabe... Antes de responder a cualquier pregunta... Me gusta conocer a las personas. ¿Me puede decir quién es usted y qué hace es mi casa?

El hombre rió, tomo la fotografía y señalo a la persona en ella.

—Zulema Zahir... Prisionera en Cruz del Norte, está fugada en este mismo momento, y yo, soy el inspector acargo de su busqueda

Esas palabras me cayeron encima como si de balde de agua se tratase.

Una prisionera... Joder.

—Según tengo entendido, no está sola, viene con una chica rubia, de ojos claros, delgada... —El hombre se calló por unos segundos, miró al techo y luego regreso a lo que decia—Su nombre es Macarena Ferreiro

Si, ví a esa chica rubia, constantemente estaba con Zulema.

—Ahora... ¿Me puedes decir si las has visto? o mejor, ¿Sabes dónde estan?

El ambiente estaba tenso, muy tenso.

Mis padres fueron a por té a la cocina y Castillo siguió interrogandome.

—Vamos ___________ No tengo todo el día, sé que has estado con ella, sólo necesito que me digas algo

Estaba a punto de estallar.

Por un lado, estaban esos malditos sentimientos que me impedian confesar algo.

Y por el otro estaba esa rabia que tenía gracias a las mentiras de Zulema.

—___________ Necesito encontrarlas, ¿Okey?, sé que es difícil pero necesito tu ayuda, ¿Por qué no hablas?

—¡Porque estoy enamorada, joder!

Bum.

Habia explotado.

¿Quién diria que una persona podría enamorarse de otra con tan solo conocerla de días?.

...

Estabamos viendo las noticias, bueno, yo estaba viendo las noticias, Macarena estaba más pendiente del teléfono que de ella misma.

Por el momento, no han dicho nada con respecto a Castillo. Parece que no descubrió nada aún.

Debo admitir que constantememte pienso en __________, lo cual odio hacer.

Odio sentir esto, porque sé, que sino estuviera fugada como la maldita presa que soy, aún estaria en Madrid pasando tiempo con ella.

Ni modo, es la vida que me ha tocado.

—¡Ey!, ¡Ey! —Macarena golpeo repetidas veces mi brazo, alarmada

—¿Qué? —Respondí de mala gana

—Mira esto

Mierda.

Mierda.

Mierda.

Macarena me mostro en su teléfono como algunos periodistas hablaban acerca del nuevo "descubrimiento" de Castillo.

Al parecer, una chiquilla le dijo que no sabia dónde estabamos, pero que habia visto al hombre que nos habia ayudado con la mudanza, Castillo se contacto con aquel hombre y le dijo que ahora mismo estabamos en Barcelona.

Y adivinen que...

Yo conozco a esa chiquilla.

IrracionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora