Riding with you tonight.
Baje las escaleras lentamente estirando cada parte de mi cuerpo, las escaleras chillaban ante mis pasos llamando la atención de un cabello de flama.
──Buenos días, señorita.─me saludo August, levanto sus platos del desayuno y lo dejo en el lavadero.
──¿Que te pasa, August?─busque su mirada y me acerqué a él con pasos lentos. Su rostro se puso rojo, esquivo mi mirada y pego su espalda en la refrigerador tratando de alejarse, me acerque aún más dejándolo sin escapatoria.
──¿Que hice?─susurre mirando sus labios y ojos. Su rostro miraba hacia otro lado, sus manos se permanecían en su lugar y contenía el aliento.
──¿Que te hice, August? ¡Contesta!─chille acercando mi rostro más a el de él.
──¡Casi me violas, mujer!─grito enojado, sus manos empujaron mi pecho pero cuando tocó mis pechos su cuerpo quedo paralizado. Puse mis manos sobre las suyas y las moví lejos de mis virtudes femeninas.
──Pues, perdón por casi violar tu espacio pero tu también casi me violas.─sonreí.
──Largate de mi casa, a-ho-ra.─chilló y corrió hacia la puerta.
──Se supone que me quieres proteger pero bueno, todo el mundo falla.─tome la chaqueta negra de August y me la puse sin siquiera importarme su mirada asesina. Sentí el cesped descuidado debajo de mis pies y empecé a caminar por el sendero.
Mire por encima de mi hombro a la cabaña, el pelirrojo me miro preocupado y culpable, sonríe y me relaje debajo de fuerte sol del bosque Evergreen.
Punto de vista de Kairo.
──Kairo y donde esta la chica?─rugio Martin, el líder.
──Mira... es que, un cazador apareció...
──¿Cazador? Imposible, Kairo. Hemos impedido la entrada de los cazadores en nuestros hogares y guaridas, es imposible.─acotó Martin.
──El no es un cazador común, Martin, el ni sabe que es un cazador.─me defendí.
──Bien, dime su nombre y yo me haré cargo de él.─finalizó y abandono la sala de juntas.
Mierda, ¿en que me metí?