I. Gusu

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Había pasado un año desde que los Jiang se habían mudado a una nueva ciudad, había sido demasiado difícil acostumbrarse a una vida diferente, sobre todo cuando, a pesar de que lo hacían sentir en familia, como un hijo más, él sabía que no lo era. Durante un par de años, había hecho todo lo posible para encajar en la familia, YuZiYuan y JiangFengMian lo habían recibido con los brazos abiertos luego de la muerte de sus padres, en ningún momento habían hecho distinción entre sus hijos de sangre y él, y eso le alegraba el alma, pero, aún así, algo le hacía falta.

Desde que había sido inscrito en Gusu, algunos aspectos en su vida se habían vuelto bastante aburridos, la escuela era hermosa, era una de las mejores, pero le había sido difícil acostumbrarse al hecho de tener tantas reglas, odiaba caminar por los pasillos y ver el mural de reglas, no hagas esto, no hagas aquello, no respires, no vivas. Odiaba las reglas, odiaba un poco Gusu, aunque había un par de cosas que realmente lo entretenían; Jiang Cheng y sus amigos, los pocos que había hecho realmente cercanos, y el molestar a Lan Zhan, el chico maniquí como lo había apodado desde el primer día que lo vio.

El chico era serio, callado, seguía las reglas estrictamente, incluso podía jurar que no respiraba si su tío, el director Lan QiRen, no le decía que estaba bien hacerlo. Debido al chico se había metido en muchísimos problemas, tenía demasiados reportes gracias a él y no, no era porque se metiesen en problemas juntos sino porque Lan Zhan siempre estaba en el mismo lugar que él cuando hacia algo en contra de las reglas.

Huaisang siempre lo cuestionaba sobre por qué no lo odiaba, él mismo no sabía la respuesta, de una forma u otra le agradaba el chico y le causaba un sentimiento extraño, sentía que, de una u otra forma eran muy parecidos; odiaba verlo solo, odiaba ver cómo cuando ellos convivían en el patio de receso, Lan Zhan se mantenía en una banca en soledad leyendo un libro.

Desde su llegada y, sobre todo, luego de conocer a Lan Zhan, se había propuesto el hacerse su amigo, quería convivir más con él, conocerlo un poco, ver si existía una pisca de diversión en él; había pasado un año y había fracasado enormemente.

Aún así no se daba por vencido.

Caminaba tranquilamente por el pasillo, luego de tantos meses escuchando las reglas y de haberlas escrito como castigo después de clases, había aprendido, a la mala, a seguir alguna de ellas. Jiang Cheng se encontraba con Huaisang en el patio, el segundo parecía querer reírse mientras arrancaba una hoja de su libreta para hace un abanico improvisado, su hermano, por su parte, seguía hablando en susurros a un lado suyo.

Más allá en el patio, Lan Zhan leía tranquilamente como todos los días, se sentó a un lado suyo sin decir nada al principio, Jiang Cheng lo miró girando sus ojos y balbuceando un "Déjalo en paz".

— Lan Zhan —susurró—. Lan Zhan —repitió al ver que el chico no le hacía caso—. Laaaaan Zhan —cantó en un susurro.

— Estoy leyendo.

— ¿Qué estás leyendo? —cuestionó inclinándose sobre el hombro ajeno para ver, el chico aclaró su garganta ante tal acción y se movió un poco más allá en la banca—. ¿Por qué te alejas? No seas mal educado, estamos hablando.

Lan Zhan lo miró, arqueando ligeramente su ceja.

— Lan Zhan —dijo luego de aclarar su garganta—. Ya que amas leer, quiero recomendarte un libro.

Ante aquello, el chico desvió un poco su atención hacia él.

— ¿Y cuál sería?

— Kamas...

Rió bajo cuando vio el rostro blanco del chico colorearse de rojo ligeramente, este se puso de pie y caminó lejos de donde se encontraba. Oh, él amaba ver sus reacciones ante cosas tan comunes para él.

Segunda oportunidad |WangXian|Where stories live. Discover now