Capítulo 13

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Domingo.
5:06 p.m.

Los fines de semana se supone que deberían de ser relajación y sobretodo de diversión; pasarla bien, en familia o con amigos; salir a jugar o simplemente de día de campo... Bueno, al menos eso pensaba Liam, pero en su lugar, sus papás estaban haciendo algunos arreglos en el jardín trasero y él y su hermanastro estaban en la sala viendo un aburrido programa de premios en televisión.

Era un día precioso, con un clima soleado sin llegar a ser caluroso y molesto. Quería salir y correr, pero no quería hacerlo solo.
Se deslizó por el sofá hasta quedar sentado en el suelo y dejó escapar un pesado suspiro.

La mirada de Zayn fue inevitablemente hacia el rizado. Pudo notar desde hace varias horas que estaba aburrido, pero ese suspiro fue como un desesperado grito de auxilio, una súplica por algo de diversión.

El moreno se obligó a volver la vista a la pantalla, pero su atención ya solo estaba en cómo animar al castaño. Se reprochó mentalmente por pensar en aquello y mordió lengua cuando esta comenzó casi a cosquillear, ansiosa por ofrecerle una solución algo al menor. «No lo hagas, es estúpido», se dijo con firmeza. «¿Qué más te da si está aburrido? Que busque algo con que entretenerse el solo», añadió. «No. Lo. Hagas».
—¿Sabes jugar baloncesto? —cuestionó serio, dirigiendo su vista hacia el curvilíneo chico que yacía en el piso, y automáticamente se dio una palmada mental en la frente.

—Uh... He jugado algunas veces —respondió dirigiendo su atención y vista hacia Zayn—. ¿Por qué?

Malik dudó por unos segundos si responderle o fingir que no había dicho nada, pero después rodó los ojos y dijo:
—Estoy aburrido —mintió, él no lo estaba—, podríamos ir a jugar un rato al parque.

—¡Sííí! —chilló emocionado, poniéndose de pie y dando saltitos de alegría mientras aplaudía—. ¡¿Y luego podemos ir por un helado?!

—No —respondió, sin poder evitar que una sonrisa se formara en sus labios y poniéndose de pie también—. Voy por el balón, tú ve a cambiarte de ropa, porque con falda y esos zapatos no vas jugar.

—¡Bien! ¡Dame cinco minutos! —Rápidamente se fue escaleras arriba directo a su habitación.
Llegó a su clóset y, desordenando todo por la emoción, buscó sus shorts color lavanda, los que rápidamente se colocó, también una camiseta blanca con estampados de ositos y unas zapatillas Vans negras con detalles brillantes. Cuando ya estuvo listo, bajó corriendo al primer piso.

Zayn lo miró de arriba a abajo y rodó los ojos.
—No tienes remedio, Liam —dijo, mirando fijamente las largas piernas y relamiendose los labios—. Bueno, iré a decirle a mi madre que saldremos.

—¡De acuerdo! —El castaño se dirigió a la puerta de salida, y al abrirla no pudo evitar emocionarse más—. ¡Luke! —chilló al ver al rubio subiendo el porche.

—Hola, pequeño —saludó Hemmings, con una hermosa sonrisa.

—¿Qué haces acá? —preguntó curioso, devolviéndole la sonrisa.

—Bueno, no podía dejar de pensar en ti y definitivamente no quería esperar hasta mañana para volver a verte —explicó acercándose para acariciarle la mejilla con el dorso de los dedos—. Y se me ocurrió que podríamos ir al parque, ¿te gustaría?

—Que lindo —dijo, sonrojado y bajando un poco la cabeza—. Y me encantaría ir contigo, pero Zayn y yo íbamos ir a jugar baloncesto. Aunque sí quieres puedes venir con nosotros.

—¿Tú y Zayn? —cuestionó sorprendido.

Justo en ese momento, el nombrado llegó hasta ellos.
—Sí, él y yo —afirmó Malik, serio, tomando a Liam por la muñeca—. Vámonos —dijo a su hermanastro—, tu padre dice que estemos aquí para la cena —Trató de avanzar, pero Hemmings lo detuvo por el pecho.

Bad Stepbrother || ZiamWhere stories live. Discover now