𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 51: 𝑀𝑖𝑒𝑑𝑜.

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Dudó. —Probablemente.

Pedí un nuevo trago y volví a mi atención sobre el hombre. —Explícalo.

—Pienso que tienes un problema, y que necesitas ayuda. Pero también pienso, que eso es lo que aumenta el hecho de que me parezcas tan atractivo, de todas formas, ¿Importa lo que yo piense al respecto?

—Atractivo. —repetí, borrando la expresión de su rostro hasta transformarla en una leve confusión.

—Eso no es lo mismo que lindo.

—No lo es. Lindo es la palabra con la que hasta la persona con los gustos más exigentes va a definirte. Tu belleza es exótica; estas demasiado delgado incluso hasta el punto que llega a parecer insano, y tu rostro tiene facciones delicadas. Cuando sonríes pareces un niño de diez años, lo que produce, incluso en mí, unas ganas incontrolables de tener contacto físico. Son cosas que puedo deducir por tu apariencia, porque no te conozco lo suficiente como para atreverme a hablar sobre tu personalidad.

—Si no estuviera tan jodido por alguien, habría saltado encima de ti para besarte. —me animé a decir, sin sentirme mal al respecto, quizá era el alcohol. Quizá era que poco a poco mis sentidos se iban apagando. No sabía si alguna de esas dos cosas era la verdadera razón.

Pero estaba haciendo las cosas mal, si quería seducirlo, no podía seguir hablando como si estuviera alguien esperándome en casa. —Oh, no habrá sexo entonces.

Ladeó una sonrisa, y me reí. —Él va a matarte si se entera de que siquiera mencioné besarte.

— ¿Él?

Me mantuve en una fina seriedad durante unos largos minutos que se hicieron interminables. Cuando yo le había contado sobre la cita, YoonGi había respondido lo mismo. Dejándome con un gusto agrio solo por la sensación que la forma en la que lo decían me daba.

Tomé el trago que ya estaba listo para mí en la barra. Mientras cerraba los ojos. Busqué una de las sillas para sentarme con cuidado. —Quiero llamarle.

Fue más para mí que para él. —Espera, ¿Quieres comer algo? Siento que en cualquier momento vas a desmayarte.

Su preocupación me resultó graciosa, pero negué. —Dame un cigarrillo y estaré mejor.

—Me fumé el último. —la lluvia seguía siendo un pequeño desastre mientras yo apoyaba mi rostro sobre mi mano, agitando el vaso para llevarlo a mi boca. Tenía el teléfono sobre la mesa pero estaba dudoso sobre si llamar era una buena idea. — ¿Le digo a SeoMin?

—Ella solo va a decirme mierda. —golpeé el vidrio sin quererlo sobre el material pesado, tan fuerte que algunas personas a los costados se giraron a mirarme. —Papá quiere que coma mientras a sus espaldas ella me dice que si lo hago engordaré. Papá quiere que deje de destruirme a mí mismo mientras a sus espaldas ella me lleva a fiestas con gente a la que no pertenezco. Sé que él se preocupa por mí un poco más. No sabe todo lo que hace conmigo, si supiera, dudo que la dejaría acercarse.

—No parece ser del tipo que está en casa.

Me encogí un poco sobre mí mismo. —No. Nunca está en casa.

No quise seguir hablando sobre eso porque sabía que en una instancia diferente jamás lo habría dicho. Era verdad, siempre tuve más apego a papá. Siempre quise que me viera, que estuviera conmigo. Esperaba por él noches enteras con la mirada puesta en la puerta, para navidad, para mi cumpleaños. Quería que me quisiera. Tenía la edad de JiHyun cuando mamá me dio una paliza solo porque dije que papá no nos quería, así que cuando él llegó el día siguiente, vio el montón de heridas y fue la primera vez que se preocupó realmente por mí.

Marcaba el número de YoonGi sin darme cuenta. Quizá porque no quería seguir recordando mierda sobre mi pasado. Y tuve que llamar otras cinco veces, antes de que alguien contestara.

Una voz femenina completamente desconocida que arrastraba las palabras de forma lenta y patosa preguntó qué era lo que quería, indiferente, le dije que este era el número de YoonGi. — ¿YoonGi? Él está tan drogado que incluso pararse le resulta un arduo trabajo.

Había gritos ensordecedores detrás y escuchaba su nombre en boca de otras personas, hice un esfuerzo por entender que era lo que decían, uno el cual, no fue difícil, porque se escuchaba relativamente cerca, ¡YoonGi! ¡YoonGi! ¿Dónde coño dejó la jeringa? ¡Se metió esa heroína él solo, pequeño bastardo!

Tardé en reaccionar, tardé demasiado en reaccionar. Y entonces solté—Dime dónde están.

— ¿Para qué quieres saber?

—Dime dónde están, o matare a la estúpida perra que llevo a YoonGi ahí.

Medio burlesca, aquella chica llamó a Ha-Won unas cuantas veces y risas se escucharon en el fondo. El teléfono solo fue atendido otra vez por una voz diferente. Estaba apretando una de mis manos sin darme cuenta. Tenía miedo de lo que estaba pasando. —No creo que sea buena idea que vengas aquí.

—Donde está.

—No, él ya no está. Sus ojos miran hacía un punto que incluso uno de los chicos podría mearle en la cara y no haría nada al respecto. —soltó una carcajada. Otra y otra y más siguiendo esa. Ella también estaba drogada. —No te conozco. Pero hace tiempo que no veía a YoonGi, y es bueno meterlo en algo de lo que no va a poder salir.

Cortó la llamada, y justo cuando me iba a levantar, recibí un mensaje demasiado mal escrito con una descripción difícil de entender. ¿Era una calle?

Estaba lo suficientemente mareado como para caerme al piso justo cuando mis pies tocaron el suelo. NamHyuk intentó ayudarme, pero como pude, salí del lugar por la puerta trasera, y caminé hacia la calle mojándome completamente porque la lluvia era otra mierda que tampoco acababa.

Algo borracho, por la poca retención que tiene me pequeño cuerpo,  e intentando leer calles cuando a pesar de que quería mentirme a mi mismo diciéndome que había una pequeña posibilidad, era completamente imposible.

No iba a lograr ir por él.

Y estaba asustado. 

슈짐 Drama King 〄  Yoonmin [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora