Kimetsu no Mafia

Capítulo 1 - Ser asesino también cuenta como empleo

¿Cuál es una de las cosas que preocupan a los adultos de hoy por hoy? Pues entre las tantas repuestas posibles, una de ellas sería el trabajo. Pero el caso de Tomioka Giyuu era diferente. Tenía un trabajo relativamente estable, con un sueldo casi millonario que lo beneficiaba a la hora de pagar las cuentas de su sencillo pero cómodo apartamento. Él único incoveniente era el inusual y algo molesto horario laboral, prefiriendo su jefe llamarlo usualmente por la madrugada o en la noche, aunque debe confesar que ese era el horario más acertado para ejercer su trabajo, además para un profesional como él, realizarlo era tarea fácil, y no le llevaba todo el día por lo que podía disfrutar de gran parte de su rutina diaria sin ningún tipo de estrés. Y puedo asegurar de que muchos se habrán preguntado ¿en qué trabaja Giyuu? Pues es un trabajo bastante poco convencional, nada más y nada menos que de..... asesino para una de las mafias más poderosas de Tokyo, Kimetsu no Mafia. Y pues sí, a Giyuu no le molestaba hacer dicha labor, por el contrario, sentía que le quedaba como anillo al dedo y para entender porque deberíamos remontarnos a varios años atrás. Todavía recuerda los sucesos de aquella noche de invierno que le dieron un cambio radical a su vida. Considerando aquellos hechos pasados con más calma y si hubiese que culpar a alguien, él simplemente culparía a sus padres por el hecho de haberse endeudado con personas peligrosas para gastar dicho dinero en cosas increiblemente innecesarias -aún se pregunta que hizo para haber tenido unos progenitores tan irresponsables-, y luego no poder devolver el dinero a tiempo. Y por supuesto que esto tuvo una consecuencia, haciendo que un Giyuu de 8 años encontrará los cuerpos muertos de sus padres en la sala de su diminuto apartamento y a su hermana de 19 años siendo violada por dos hombres. Y pues ese mismo niño de 8 años tomó una pistola y sin dudarlo mató a aquellos degenerados antes de que ellos lo matarán a él. En ese momento le pasarón tres cosas importantes, la primera fue que se quedó completamente huerfáno pues su hermana Tsutako no pudo aguantar aquello y murió ahí mismo; la segunda fue que el dulce e inocente niño que alguna vez llegó a ser ,desapareció para siempre, tomando su lugar una persona sin ningún tipo de emociones que no sintió remordimiento a la hora de matar; y la tercera es que ahí fue donde descubrió que tenía materia de asesino. Razón por la cual empleo el dinero de una cuenta banacaria escondida que creo en conjunto con su difunta hermana para entrenarse en artes marciales, manejo de la espada, manejo de armas de fuego, sigilo, espionaje y otras aréas que lo convierteran en un asesino profesional. A sus 18 años Giyuu se había convertido en asesino a sueldo de primera categoría que era contratado con frecuencia por personas adinderadas, hasta que conoció a Ubuyashiki Kagaya, el patrón de la Kimetsu no Mafia, con el cuál hizo un contrato de trabajo con permanencia en la mafia y una paga demasiado buena. Así que en eso se resumía su trabajo, matar personas. Pero había algo, o más bien alguien que simplemente le colmaba la paciencia y hacía de su empleo algo exasperante, Koucho Shinobu. Ella llegado hace poco más de un año e hizo como su meta y hobby personal,molestarlo e irritarlo en cada oportunidad que tuviera.Él, que se creía un hombre sin sentimientos ni emociones había descubierto gracias a ella que al menos la ira se había quedado. Su primera impresión de ella es que se veía frágil y delicada, y muy bonita, debía admitirlo, pero resulta ser que tenía habilidad como asesina por lo que fue asignada junto a él. Cuanto se arrepiente de haber aceptado guiarla. Aquella chica bajita de apariencia delicada tenía la lengua más venenosa que hubiera visto en su vida, y al parecer no solo se resumía a su lengua sino que ejercia sus dotes de sicaria con venenos creados por ella misma. Al conocerla Giyuu comprendió el verdadero significado de la popular frase:''las apariencias engañan'', y su vida estaría patas arriba con la intromisión de la molesta mujer.
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Hola a todos. He aquí el primer capítulo, esperen el segundo pronto. Perdonenme si hay faltas de ortografía, es que lo publiqué apurada.
Judita se despide. Sayonara