Preludio de la destronada

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Un necio día Resnia desapareció. Ese necio día Resnia había salido de palacio después de muchos meses. Liro enloquecido salió a buscarla. Ella solo deseaba despejarse un poco aunque en su pensamiento anhelaba que algo distinto sucediera aquella vez. Fue entonces que encontró a una bruja. La bruja era una mujer bellísima rubia que se acercó a ella como una aparición y le ofreció la ocasión de pedir lo que quisiera. Resnia, la que hubiera heredado el trono de un reino mágico.

Ella sabia muy bien que su educación había sido toda una conspiración pues no se le enseñó ni educó en ningún uso mágico, en ningún conjuro y la moralidad que se ha de tener.

Apenas podía usar un hechizo que le enseñó su padre de invocar al dragón azul. Un pequeño juego donde aparece una mascota muy pequeña e inerte levitar y girar sobre sí misma.



-Quisiera morir...

-¿Has perdido la esperanza, mi niña?

-Solo sé que así dejaré de sufrir.

-Es comprensible, pero lo que me pides no te lo puedo dar, pero si puedo hacerte olvidar desde la matriz.

-Entonces si lo olvido todo dejaría de ser por tanto no hay mucha diferencia a morir. Así que procede.

-La hay, pero ya has elegido. Así pues sea.




Espinas de un monstruoKde žijí příběhy. Začni objevovat