9. Tú deberías saber.

Start from the beginning
                                    

—¿Tú qué dices, cariño? —le preguntó Blair a Eugene a través de la línea.

Se oyó un suspiro y luego una carcajada.

—Oye amigo, he pasado por eso; enamorado de tu mejor amigo, sí, lo comprendo —Blair bufó, nunca estaba de humor como recordar a Lucy—. Tienes que asegurarte de que lo que sientes por ella es real, sabes… porque créeme, a veces los sentimientos fuertes pueden desvanecerse. Deberías intentarlo con Melanie… no digo que todo vaya a salir bien y tal vez termines más confundido que al principio pero tienes que intentarlo ¿vale? Es la única manera de saberlo.

—Sí, es lo que digo, tienes que darle una oportunidad a todo —Blair se encogió de hombros—. Hermanito, tú eres un chico inteligente, yo lo sé y tú lo sabes, así que no te apures, ya sabrás que es lo que tienes que hacer.

—Yo no tenía estos problemas cuando tenía doce años —se puso una mano sobre la frente y resopló deslizándola por su cara hasta pasarla por su cuello, frotándolo para tratar de aliviar la tensión. Su año apenas comenzaba, era el último, gracias a Dios, pero era demasiado para él… sin embargo iba a admitir que era un tanto emocionante—. ¿Saben una cosa? Creo que les haré caso; me arriesgaré con Melanie… pero hay un problema.

—Este chico tiene más problemas que yo cuando tenía dieciocho —murmuró Eugene.

—Te escuché —habló Roscoe.

—Es verdad —Blair lo apoyó—. Vamos, dime cual es el problema.

—Melanie quiere que sea parte de la comunidad popular —Roscoe puso los ojos en blanco—. Me dio un discursillo sobre que los populares quieren lo mejor para el instituto y los estudiantes; ella tiene razón… el único problema es que realmente no me importa la gente.

—Claro que no, tú eres un monstruo —Blair se burló.

—Exacto —admitió Roscoe—. Soy de esa manera, no quiero tener nada que ver con esto pero ella cree que yo tengo potencial… realmente me importa una mierda el potencial, no quiero hacer esto y punto.

—Entonces no lo hagas —aconsejó Eugene—. Eres como eres, ella debe ver eso.

—Aceptación; la clave de una relación sana —Blair levantó un dedo hacia su hermano—. Si a ella le gustas con la cara de amargado que te gastas, le gustarás con tu cinismo y tu falta de tacto, con tu odio irracional a todo lo que rodea, tu obsesión por los videojuegos, tus extraños gustos en programas de televisión y películas, tus patéticos pasos del baile que crees que el mundo no ha visto pero te equivocas porque yo sí, con tus…

—¿Cómo que tu sí? —Roscoe la cortó levantando la mano, inclinándose hacia adelante para verla mejor—. ¿Cómo. Que. Tú. Sí? —interrogó demasiado serio.

Blair levantó una ceja y sonrió pícaramente.

—Ah… sí, de hecho tengo una grabación de ti bailando, pero si eres buen chico no se la mostraré a nadie —se encogió de hombros. Ella oyó a Eugene reírse y antes de que Roscoe dijera algo ella tomó su celular y lo llevó a su oreja quitando el altavoz—. Cariño, me tengo que ir ¿te veo en la noche?

—No lo dudes —él murmuró—. Llevaré algo para la cena ¿de acuerdo?

—De acuerdo… ¿Quieres que lleve el postre?

—Tú eres el postre.

Blair se rió como una pequeña y no se lo esperaba pero el color escarlata de sus mejillas no tardó en aparecer. Le dedicó un ronroneo cariñoso antes de despedirse y luego volteó a ver a su hermano quien tenía dos dedos apoyados en la frente y la miraba con una ceja levantada. Blair pensó que Roscoe se parecía tanto a su padre en ese momento… sin embargo tenía los mismos labios de su madre, cuando los fruncía se parecía a ella un poco, pero le quedaba muy bien a él. Su hermano había crecido y de pronto ella se sentía vieja.

—Ninfómana —Roscoe negó con la cabeza.

—Oye —ella lo acusó con un dedo—, yo no dije nada.

—Pude escucharlo desde aquí; no me alegra mucho saber que eres el postre —hizo una mueca de disgusto—. ¿En serio hacen esas cursilerías?

—¿Te refieres al sexo? Sí, todo el tiempo.

—¡Hablo de las palabras! ¿Ves como si eres una maniaca sexual?

—¿Qué te digo? No podemos evitarlo.

—Seguro que no.

El se levantó al escuchar el timbre, se acercó a su hermana y le dio un beso en la mejilla antes de salir y murmurar un “te veo luego”. Roscoe caminó por el pasillo infestado de personas corriendo de aquí para allá, había faltado a su clase de deportes solo para hablar con Blair, le dijo a Noah que lo cubriera diciéndole al entrenador Lafferty que estaba en la enfermería por un dolor de estómago. Al pasar por la puerta de la sala de arte vio al chico del cuaderno que lo había tropezado más temprano al salir de la oficina de su hermana.

Hablaba con la profesora de arte, ella asentía con una sonrisa mientras él mantenía una expresión muy seria y hablaba de algo que parecía un secreto nacional. Diego levantó su carpeta de dibujo y se la enseñó a la señorita Roth, la sonrisa de la mujer rubia con el moño bien atado se ensanchó y se puso una mano en el pecho. Tomó la carpeta y le dio las gracias a Diego. Roscoe puso vislumbrar un poco su sonrisa. El timbre sonó y el pasillo rápidamente fue despejándose.

Cuando la profesora Roth volvió dentro del aula de arte, Diego volteó a ver a Roscoe. Él no se inmutó cuando el chico moreno empezó a caminar hacia él.

—Roscoe Rain ¿verdad? —preguntó Diego con firmeza.

—Depende ¿qué es lo quieres?

—Te voy a decir algo, Rain; ni pienses en hacerte el listo conmigo y menos con Melanie.

Roscoe bufó. Diego era de su tamaño, tal vez uno centímetros más alto y definitivamente se veía mayor, pero no le daba miedo; conocía a los de su tipo, esa fachada de chico malo era solo un caparazón para ocultar su débil alma de la cruel sociedad.

—Para tu información, quienquiera que seas, Melanie Duncan me ha buscado, no yo a ella.

—Oh, sé que ella lo hizo —Diego le sonrió cínicamente por un minuto—. Lo que digo es que una vez que la tengas, más te vale mantenerla contenta; si le haces algo, no lo voy a tolerar así como tu cara no va a tolerar mis puños.

—Si tanto la quieres ¿por qué no vas por ella?

—Tú deberías saber acerca de no ir por lo que quieres, Rain.

La última frase flotó en el aire antes de que Diego desapareciera pasillo arriba, Roscoe se quedó allí parado, pensando en que él tenía bastante razón. 

___________________________________

¡Hola, hola, hola! escritora aquí. 

Bueeeeeno, ya vamos entrando en calor ¿no? les aseguro que tengo muchas sorpresas para los siguientes capítulos, nuevos personajes y esas cosas, ya lo verán. Sé que ustedes ya están divididos en teams pero bueno, recuerden que tienen que mantenerse abiertos a todas las posibilidades. 

Voy a dejar claro que esta novela no será tan dulce y cursi como LVDDLP ¿de acuerdo? Y sí, para los que me preguntaron por MP, sí, va a haber un cap Euglair o Blaugene como sea que ustedes llamen al ship de Blair y Eugene (personalmente yo los llamo La Princesa y El Señor Sonrisas). Pues sí, un capítulo solo para ellos, ajá, oh yeah, que me llueva el amor. 

Puessssss... creo que es todo ¡Ah! síganme en Twitter y mencionenme, no sé, citen, de RT, Fav, queseyó... @RossBabyDoll.

PD: ¿Les he dicho que mi delirio es cuando citan mis frases? No sé, es lo mejor.

¡Besos! 

Escapando de la popularidad [LVDDLP #2]Where stories live. Discover now