ℳάs.

07. |♡| La distancia entre nosotros.

—¿Quieres decir qué...?, ¿ese hombre...? —lame sus labios, su mandíbula está tensa, sus ojos demuestras la frustración pura —. ¿Ese hombre te golpeó más de una vez? —veo su rostro y dudosa asiento. Suspira y tira de su cabello, se levanta de su lugar haciéndome copiar su acción —. ¿Por qué no me lo dijiste antes? —voltea a verme, tratando de controlar su voz para no subir demasiado su tono.

—Sabía que al decírtelo todo cambiaría. —susurro.

—Claro que cambiaría, por Dios, él... —cubre su boca mirándome, respira profundo —. ¿Qué fue lo que pasó? —sus manos caen a los lados de su cuerpo.

Me gusta resumir, y creo que es mejor no entrar en detalles ahora.

—Él no aceptó la ruptura —cierro los ojos recordando el momento —. Y se volvió loco, primero fue en el rostro, logró tirarme al suelo y luego... el dolor por cada golpe iba aumentando hasta que perdí la conciencia —abro mis ojos, observo a Benjamín, su vista está puesta en mi, está triste y veo sus ojos llenos de lágrimas. Le sonrío para calmarlo y acaricio su mejilla —. Ashley fue la que me encontró, me llevo al hospital, quisimos denunciarlo pero la policia decia que no teniamos las suficientes pruebas y entonces decidimos irnos, esa fue la verdadera razón —mi mano cae a un lado de mí cuerpo cuando este se aleja frotando su rostro y suspirando —. Benjamín... —lo llamo acercándome —. No es lo único que he ocultado —casi susurro. Se gira a verme con su mano en su boca. Quiero decirle todo, no quiero ocultar nada más, no quiero mentir y menos a él —. Hace días él ha estado mandandome mensajes... está acosandome. —hablo con tranquilidad para no alterarlo, pero voltea tomando su cabello entre sus dedos.

Su expresión de frustración y sorpresa me hace sentir mal.

—¿Por qué me lo ocultaste? —reclama, sus ojos se muestran tristes y sé que de alguna forma lo he decepcionado, le molesta la situación más mi confesión y eso lo tengo asegurado.

—Porque sabía que te pondrías así, no quería preocuparte.

—¿Qué no me preocupara? —coloca sus manos en su cadera —. ¿Es en serio, Erika? —quedo callada mirando su rostro —. ¿¡Cómo quieres que no me preocupe cuando estás en riesgo!? —pego un salto en mi lugar ante sus gritos y mis ojos se llenan de lágrimas.

—¡Pues lo lamento pero no me grites! —reclamo en su mismo tono.

—¡Es que me voy a volver loco! ¡Me estás volviendo loco con todas tus acciones!, ¡me sobrepasa todas estas cosas y no sé qué hacer! —cubre su rostro y niega, aprieto mis labios y sorbo mi nariz —. ¡Tu ex novio es un psicópata que te amenaza y no sé qué hacer para protegerte! —apunta a un lado de él mientras da un paso adelante.

—¡Yo también quiero protegerte! —tocó mi pecho dando un paso adelante —. Ya estoy loca, Benjamín... —susurro con voz quebrada —. No se que hacer y estoy asustada... —lágrimas caen de mis ojos, limpio mis mejillas pero más caen y me doy la vuelta cubriendo mi boca para ahogar mis sollozos.

—Erika... —llama a mi nombre, pero estoy herida y no quiero escucharlo. Niego mientras pongo las manos en mis caderas, respiro profundo y algo entrecortado.

—Entendí el problema, Benjamín —aclaró con mis manos en mis caderas —. El problema soy yo, te metí en todo esto y es mi culpa lo que está pasando —niega, pero yo lo sé. No puede hacerme ver diferente lo que pasa, ambos lo sabemos y eso me hace sentir peor —. Lamento que la persona que escogiste sea una mentirosa, una asustadiza, una problemática con un pasado de mierda que quería ocultarse por miedo a que la veas diferente. —liberó por fin lo que estaba ocultando, me lo estaba negando a él y a mi. Pero ya no quiero mentir más.