Arena Tres (Libro #3 de la trilogía de la Supervivencia de Morgan Rice) Arena 3

Capítulo Cinco

El crepúsculo se está rompiendo cuando regresamos al fuerte.  Más adelante veo a un grupo de guardias que deben haber regresado del servicio de guardia antes que nosotros sentados alrededor de una hoguera, charlando sin preocuparse del mundo.

Comienzan a susurrar cuando nos notan caminando penosamente hacia ellos.

Se nos acerca un hombre alto y desgarbado con barba de chivo.
-"¿Qué te pasó ?"  él dice, sonriendo.
-"Una violación", explica Molly.

Inmediatamente, la expresión del hombre cambia.  -"¿Qué quieres decir?"
-"Fuimos atacados", agrega Ryan.  -"Por un grupo de locos".

El resto del grupo comienza a darse cuenta de la conversación.  Se levantan de sus posiciones alrededor de la hoguera y se acercan, escuchando atentamente, con cara de preocupación.
-"¿Alguien resultó herido?"  pregunta el hombre de la barba de chivo.

Ryan niega con la cabeza.  -“Afortunadamente no.  Pero si no hubiera sido por Brooke, podría haber habido muertes ".

Me muevo incómoda cuando la atención de todos se vuelve hacia mí, "la extraña", viendo mi uniforme manchado de sangre. 
Pero en lugar de mirarme como los demás que me habían visto matar a los locos en el puesto avanzado, me miran con respeto.

La gente comienza a felicitarme, a darme palmadas en el hombro.  Zeke, el hombre de la barba de chivo, me saluda.

No me lo puedo creer.  Estaba tan preocupado de que la gente descubriera que yo era un asesina y me juzgara por ello, es un gran alivio que todo salga a la luz.

No recuerdo la última vez que me sentí aceptada así.
-"¡Que alguien le dé un trago a esta chica!"  Zeke dice, antes de agregar: -"No tenemos licor, me temo, así que espero que les guste el té de menta".

-"Eso suena genial", le digo, pero todavía estoy en modo de lucha o huida.  -"Pero deberíamos informar al Comandante".

Zeke niega con la cabeza y apoya una mano en mi brazo.  -"Simplemente lo hará más paranoico."
-"Pero ..." empiezo, pero él me interrumpe.
-"Honestamente", dice, pasándome un té de menta.  -“El Comandante se está volviendo cada vez más aislado.  Recibimos menos sobrevivientes cada año.  Para ser sincero, me sorprende que incluso les haya dejado quedarse.  Hemos echado a los niños más jóvenes que tú antes.  Si él sabe que el ataque se produjo tan pronto después de que llegaste, probablemente te culpe, diciendo que los condujiste aquí.  Entonces, si yo fuera tú, no le daría más razones para rechazar a la gente ".

El calor del té se filtra en mi piel cuando sus palabras se filtran en mi mente.  No se me había ocurrido que no todos en Fort Noix estarían de acuerdo con la forma en que el Comandante elige manejar las cosas.  Pero, al igual que los habitantes del bosque que vi antes, parece que no todos están contentos con la forma en que funcionan las cosas aquí, con la postura del Comandante de no aceptar a los extraños.

Mi instinto cuando me encontré con él en su oficina a primera hora de la mañana había sido repugnante: no aceptar a extraños es el equivalente a condenarlos a muerte.  Pero luego me había quedado tan atrapado en todo esto, en ser un guardia, en proteger este precioso lugar, que me había olvidado de lo cruel que es esa política.
Justo entonces, escucho una voz que me llama desde muy lejos.
-"Brooke!"
Es Bree.  Me doy vuelta y la veo corriendo por el camino hacia mí, Charlie solo unos pasos atrás.  Neena camina un poco detrás de las dos con Penélope a la cabeza.

Algunas de las niñas y mujeres de nuestra casa están caminando a su lado, y los niños de la casa de Ben también se acercan a la hoguera.

Bree me alcanza, vuela a mis brazos y me abraza con fuerza.  La sostengo cerca.
-"¿Qué pasó?"  ella llora, saliendo del abrazo.  -"Te has ido por horas.  Estaba preocupada ".
Le sonrío tranquilizadoramente.  -"Estoy bien".
-"¿Jack está bien?"  Bree pregunta, inclinándose para acariciar al pit bull a los pies de Ryan.
-"Está bien", le dice Ryan a Bree, pero sus ojos están fijos en mí.  -"Gracias a Brooke".
Sobre la figura agachada de Bree, los ojos ardientes de Ryan arden en mí.