SOBREVIVIENDO A UN MAL DÍA

Un mal día

Llega un momento en nuestras vidas en la que comenzamos a construir una casa mental; le dedicamos tiempo, adornamos el exterior y al observar la construcción de lejos nos encontramos satisfechos; pues, hemos puesto toda nuestra dedicación y así de imponente como se ve ahora tal vez no nos dimos cuenta que el material que usamos no fue el mejor aunque hubiéramos creído que lo era en su momento e inevitablemente un día llega una tormenta y la construcción cae.

Aquella construcción es tu casa mental y puede ser una relación de cualquier tipo; de pareja, amistad, familia, etc. O simplemente puede ser el propio rumbo de tu vida, lo que fuera que materializaste en esa construcción se ha ido para siempre y desde ese punto en adelante nada volverá a ser como antes.

El observar la destrucción de algo al que le dedicaste tanto de ti dolerá; pero debes concentrarte en algo aún mayor y es el hecho de que debes comenzar a construir nuevamente y desde cero, así como la primera vez pero con una o varias lecciones muy bien aprendidas. Ahora serás más cauteloso, elegirás un material más resistente y construirás la base sin prisas pues lo más importante en cualquier construcción son las bases, el cimiento y aquello te permitirá construir tan alto como desees ya que el peso estará bien equilibrado y sin importar cuantas tormentas, huracanes, lluvias, rayos, relámpagos pasen resistirás.

Dicen que todo final es un buen comienzo y no se equivocan por ello iniciamos con este tema. Todos hemos tenido de vez en cuando una crisis existencial sin importar la edad todos hemos cruzado ese difícil camino bifurcado donde tomamos esa decisión importante que muchas veces puede cambiar nuestras vidas.

No debemos temer a la destrucción pues crea los cimientos para un nuevo comienzo y debo poner énfasis y repetirlo tantas veces hasta que lo entiendas. 

Siendo todo cíclico y temporal es probable que construyas tantas casas como aprendizajes debas tener en tu vida y en cada caída el dolor será más intenso pero se irá más rápido también. Si algo debemos aprender es que nada ocurre de casualidad,  pues lo siguiente que venga de aquella caída te hará sentir más pleno y traerá felicidad a tu camino; esa es la finalidad de la crisis, es salir de tu zona de comodidad, es el empujón que te está dando la vida para darte el coraje de dar el siguiente paso; y aunque tal vez sientas que estas caminando a ciegas debes tener la seguridad de que tus propios pies te llevaran a donde debes estar; ya que lo creas o no estás destinado a ser feliz aunque el universo deba agitar tu mundo una o varias veces para encaminarte y ahora todo se vea oscuro pronto comprenderás que si no tomabas la decisión de avanzar; es verdad que ahora no estarías limpiando esas lágrimas y, en consecuencia no te habrías detenido a observar con claridad el paisaje que en este momento tienes frente a ti.

Toma la espada que te está dando la vida, la oportunidad está en tus manos y avanza sin temor ya que la destrucción, la caída de tu preciada casa mental es una oportunidad para transformar, para mejorar, sanar e internalizar que realmente todo final es un buen comienzo.